martes, 3 de junio de 2014

THOREAU. "DESOBEDIÈNCIA CIVIL" (Per a la pregunta 5 de LOCKE. PAU 2012-2013)

HENRY DAVID THOREAU




DESOBEDIENCIA CIVIL

A final de cuentas, una vez que el poder está en manos del pueblo, la razón práctica por la cual se permite que una mayoría mande, y por mucho tiempo, no es porque ésta tienda más a estar en la correcto ni porque esto parezca más justo a la minoría, sino porque físicamente es más fuerte. Pero un gobierno donde la mayoría manda en todos los casos, no puede basarse en la justicia ni siquiera hasta donde los hombres la comprendan. ¿No puede haber un gobierno en el que las mayorías decidan virtualmente según su conciencia y no en relación a lo correcto e incorrecto? o ¿en el que las mayorías decidan únicamente sobre aquellas cuestiones a las cuales es aplicable la regla de la conveniencia? ¿Debe el ciudadano renunciar a su conciencia, siquiera por un momento o en el menor grado a favor del legislador? ¿Entonces porque el hombre tiene conciencia ? Pienso que debemos primero ser hombres y luego súbditos. No es deseable cultivar tanto respeto por la ley como por lo correcto. La única obligación que tengo derecho de asumir es la de hacer en todo momento lo que creo correcto. Se ha dicho con bastante verdad que una corporación no tiene conciencia, pero una corporación de hombres conscientes es una corporación con conciencia. La ley jamás hizo a los hombres ni un ápice más justos; además, gracias a su respeto por ella hasta los más generosos son convertidos día a día en agentes de injusticia. Un resultado común y natural del indebido respeto por la ley es que se puede ver una fila de soldados: coronel, capitán, cabo, soldados, dinamiteros y todo, marchar en admirable orden cruzando montes y valles hacia las guerras, contra su voluntad, sí, contra su propio sentido común y su conciencia, lo que convierte esto, de veras, en una ardua marcha de corazones palpitantes. No abrigan la menor duda de que están desempeñando una ocupación detestable teniendo todos inclinaciones pacíficas. Ahora bien, ¿qué son? ¿Son acaso hombres? ¿O son pequeños fuertes y polvorines portátiles al servicio de algún inescrupuloso hombre en el poder? Visitemos el Astillero de la Marina y contemplemos a un marino, un hombre tal como lo puede hacer un gobierno norteamericano, o tal como puede hacer a un hombre este gobierno con su magia negra -sombra y reminiscencia- de humanidad, un hombre muerto en vida, de pie, y ya, para así decirlo, sepultado con sus armas y acompañamientos fúnebres, aunque podría ser que,
Ningún tambor se oyó, tampoco una nota fúnebre Not a drum was heard, not a funeral note,
Cuando transportamos su caballo hacia el fuerte; As his horse to the rampart we hurried;
Ningún soldado disparó una salva de adiós Not a soldier discharged his farewell shot
Ante la tumba donde enterramos a nuestro héroe. 0'er the grave where our hero we burried
La masa de hombres sirve al Estado así: no como hombres principalmente sino como máquinas, con sus cuerpos. Son el ejército regular y la milicia, los carceleros, los guardias civiles, la fuerza pública, etc. En la mayoría de los casos no hay libre ejercicio, ni de juicio ni de sentido moral, sino que se colocan en el mismo plano que la madera, la tierra y las piedras; y quizá se pudieran fabricar hombres de madera que sirviesen tan bien a ese fin. Esto no merece más respeto que el que merece un espantapájaros o un puñado de inmundicia. Tienen el mismo valor que los caballos y los perros. Sin embargo a gente como ésta se les tiene comúnmente por buenos ciudadanos. Otros -como la mayoría de los legisladores, políticos, abogados, ministros y funcionarios- sirven al Estado principalmente con la cabeza, y así como raras veces hacen una distinción moral, se prestan, sin proponérselo, a servir tanto al demonio como a dios. Muy pocos -como héroes, patriotas, mártires, reformadores en amplio sentido, y hombres- sirven al Estado también con su conciencia, por lo tanto necesariamente en su mayor parte le resisten, y comúnmente el Estado los trata como enemigos. Un hombre sabio sólo como hombre será útil y no se prestará a ser arcilla, ni a tapar un agujero para que no pase el viento sino que al menos dejará ese oficio a sus cenizas:






Descendiente de inmigrantes franceses, nace el 12 de julio de 1817 Henry David Thoreau en Concord, Massachusetts; la ciudad que fue el sitio de las primeras batallas de la guerra de independencia de los Estados Unidos, en Lexington precisamente el 19 de abril de l775 y que posteriormente iba a ser -gracias a Emerson y al mismo Thoreau- la cuna del renacimiento cultural de Nueva Inglaterra.
A los dieciséis años, Henry David ingresa a la Universidad de Harvard. Después de obtener su bachillerato en Artes, regresa en agosto de 1837 a su pueblo natal, en donde al mes siguiente inicia su labor de maestro, por cierto muy revolucionaria y en consecuencia cortísima ya que pensaba ser compañero de sus alumnos... y abolir los castigos corporales ; teoría pedagógica inadmisible para aquellos años y para los miembros del consejo de la escuela pública de Concord.
Sin embargo al año siguiente, en 1838, con su hermano John abre una escuela privada en donde desarrollarían sus propios métodos de enseñanza basados en el estudio directo de la naturaleza y evidentemente omitiendo los castigos corporales, algo así como la antesala de las escuelas racionalistas. Pero a pesar del éxito de la escuela y de sus métodos, Thoreau la abandona después de trabajar en ella durante dos años como maestro de matemáticas, griego y latín.
Pocos años antes, se había instalado en Concord Ralf Waldo Emerson, quien influiría en la formación intelectual de Thoreau a través del Club Trascendentalista, que constituyó el punto de partida del movimiento filosófico-literario que se extendió entre 1830 y 1860 en Estados Unidos y que fue la más alta expresión del idealismo romántico: panteísta, individualista y democrático en su rechazo al conformismo social, al formalismo en la religión y al autoritarismo en la política.
Después de vivir algún tiempo en casa de la familia Emerson y de permanecer luego en Nueva York, regresa a su casa dedicándose a ayudar a su padre en la fabricación de lápices; trabajo fructífero ya que Henry David descubriría un peculiar proceso que permitió elaborar grafito de gran calidad, lo que daría a conocer en el mercado a los lápices de los Thoreau como los mejores.
A raíz de este éxito industrial sufre un auge económico y percatándose de que esta bonanza podía distraerle del camino que se había trazado abandonó esta actividad y cualquiera que pudiera sujetarle a una rutina.
No fue hecho para enajenarse ;
Nunca se casó, vivió solo;
Nunca fue a la iglesia;
Nunca votó, rehusó pagar
impuestos al Estado.
No comió carne.
Ni bebió vino.
Ni fumó.
y aunque fue naturalista,
Jamás utilizó una trampa o un fusil.
Escogió para sí,
Inteligentemente sin duda,
ser amante del pensamiento
y de la naturaleza...
escribió Ralf Waldo Emerson.
Finalmente en 1845, en un terreno propiedad de Emerson construye su cabaña en la ribera del Estanque Walden en donde viviría durante dos años de acuerdo a sus propias normas, escribiría su bellísimo Walden o la vida en los bosques y elaboraría el texto que ahora presentamos, el cual fue publicado en mayo de 1849, o sea tres años después de haber pasado una noche en la cárcel de su pueblo natal por rehusar pagar el impuesto personal, ya que se oponía tanto a la guerra que los Estados Unidos habían declarado a México el 13 de mayo de 1846 por conducto del entonces presidente norteamericano James Polk, así como al esclavismo. Es importante agregar que su acentuado odio hacia la esclavitud le llevó a participar activamente en el funcionamiento del llamado tren subterráneo por medio del cual se transportaba a los esclavos hacia su libertad: el Canadá.
Durante la década de 1850 su vida está basada en la búsqueda de medios de subsistencia sin que por ello tenga que enajenarse. Así, se vuelve deslindador de terrenos en Concord; actividad que le permite estar en contacto con la naturaleza, escribir, meditar y viajar.
En 1857 conocería a John Brown -el célebre luchador antiesclavista- a quien admiraba profundamente, tan es así que el 30 de octubre de 1860, Henry David Thoreau leería su discurso La Oración por John Brown el día anterior al asesinato legal de este hombre -ejecutado en la horca-, defensor de las libertades humanas.
A finales de 1860, Thoreau tuvo que guardar cama, enfermó supuestamente de bronquitis; después del invierno, se levantó débil decidiendo ir a Minnesota donde pensaba erróneamente que su estado de salud podría mejorar. Pero cuando regresó estaba aún más débil, hasta que poco a poco sus fuerzas le abandonaron y por la mañana del 6 de mayo de 1862 cerró para siempre sus ojos a la naturaleza que tanto amó y tanto disfrutó.
La lectura de Desobediencia civil nos conlleva a ubicar claramente al pensamiento de la corriente más humanitaria y positiva del pueblo de los Estados Unidos de Norteamérica. Si realmente el pensamiento de individuos como Henry David Thoreau siempre ha sido minoritario en el seno del pueblo norteamericano, esto no constituye razón para despojarle o minimizarle su inmenso valor en la cotidiana lucha, emprendida desde hace siglos, en pro del irrestricto respeto a la personalidad humana, al reconocimiento total y completo de la individualidad.
Thoreau se sitúa en el campo del liberalismo radical, de aquí su apasionado individualismo racional y su negación a la existencia de un poder capaz de someter al individuo. Los visos de un anarquismo filosófico son constantes en la presente obra, visos que bien podrían interpretarse como los puntos básicos de evolución del liberalismo hacia el anarquismo.
Cabe destacar, y para nosotros esto es fundamental, las razones que llevaron a Thoreau a escribir su Desobediencia civil, mismas que él expresó al sentenciar: el pueblo norteamericano tiene que cesar de tener esclavos y de hacer la guerra a México, aunque le cueste su existencia como pueblo. El plantea el derecho a la revolución, a una revolución pacífica que se iniciaría con la negación al pago de impuestos por parte de la población. Esto, teóricamente, supondría la limitación de recursos al gobierno norteamericano en su agresiva guerra contra México. Resulta lógico y es hasta necio el decirlo que el pueblo norteamericano o por lo menos su abrumadora mayoría, no hizo caso de tal consejo. Este resultado seguramente era previsto por Thoreau, quizá por esta razón se preguntaba y respondía: ¿Cuántos hombres hay por cada mil millas cuadradas en este país? Difícilmente uno.
Este ensayo es terriblemente crítico, corrosivo. El discurso en pro de la subversión es evidente y directo. Rápidamente llega al punto culminante: En verdad -proclama-, declaro en silencio la guerra al Estado a mi manera, aunque siempre haré el uso y conseguiré la ventaja que de él pueda.
Así, la actitud de Thoreau es desafiante. A él no le importan las mayorías ni las minorías; le importa la labor del hombre consecuente con su hombría; del individuo consecuente con su individualidad. Porque -como muy acertadamente señala- no importa lo pequeño que parezca el comienzo: lo que se hace bien una vez, está hecho para siempre.
Chantal López y Omar Cortés.

Webgrafia:

 
Soy de cuna demasiado noble para ser reducido a propiedad. I am too high-born to be propertied,
Para ser un subalterno sometido a tutela, To be a secondary at control,
un útil servidor y un instrumento Or useful serving-man and instrument
de no importa que Estado soberano en el mundo. To any sovereign state throughout the world.
La vida y la muerte del rey Juan, Acto V. Escena 2, W. Shakespeare.

MODEL PAU 2012-2013. LOCKE "Segon tractat sobre el govern civil, cap. XIX"

Proves d’Accés a la Universitat. Curs 2012-2013

Història de la filosofia

Sèrie 4

Escolliu UNA de les dues opcions (A o B).

 http://image.slidesharecdn.com/poderlegislativodelanacin3-121001224617-phpapp02/95/slide-1-728.jpg?cb=1349149714

OPCIÓ A
A ningú no se li acudiria pensar que la voluntat de la societat pugui ser que el poder legislatiu tingui facultat per a destruir allò que hom havia previst que protegís, i per la qual cosa els homes entraren en societat i se sotmeteren a uns legisladors designats per ells mateixos. Sempre que els legisladors  intentin d’arrabassar i de destruir la propietat del poble, o de reduir els homes a la condició d’esclaus sota un poder arbitrari, es posen en estat de guerra amb el poble, i aquest, a partir d’aleshores, resta eximit de tota obediència i pot acollir-se al refugi comú que Déu ha ofert a tots els homes contra la força i la violència. Sempre, doncs, que el poder legislatiu transgredeixi aquesta norma fonamental de la societat, i, ja sigui per ambició, per por, per insensatesa o per corrupció, intenti d’atribuir-se o de lliurar a mans d’un altre un poder absolut damunt les vides, les llibertats i els béns del poble, haurà traït la confiança atorgada i haurà posat el poder que el poble li havia concedit al servei d’objectius ben oposats, de tal manera que el poble recuperarà aquell poder i tindrà dret a recobrar la llibertat inicial, i, amb la designació d’un nou cos legislatiu (el que cregui més convenient), procurar per la seva pròpia seguretat i protecció, ja que és amb aquest fi que els homes són dins la societat.

John Locke, Segon tractat sobre el govern civil, capítol xix

1. Expliqueu breument (entre seixanta i cent paraules) les idees principals del text i com
hi apareixen relacionades.
[2 punts]
2
2. Expliqueu breument (entre cinc i quinze paraules en cada cas) el significat que tenen en
el text les expressions següents:
[1 punt]
a) «poder legislatiu»
b) «estat de guerra»
3. Expliqueu el sentit de la frase següent del text i les raons de John Locke per a afirmar-la:
«Sempre, doncs, que el poder legislatiu transgredeixi aquesta norma fonamental […]
haurà posat el poder que el poble li havia concedit al servei d’objectius ben oposats, de
tal manera que el poble recuperarà aquell poder i tindrà dret a recobrar la llibertat inicial
[…]» (En la resposta, us heu de referir als aspectes del pensament de Locke que siguin
pertinents, encara que no apareguin explícitament en el text.)
[3 punts]
4. Compareu la concepció de Locke sobre què dóna legitimitat a un govern amb la concepció
sobre aquesta mateixa qüestió d’un altre autor/a destacat de la història de la filosofia
occidental.
[2 punts]
5. Expliqueu si esteu d’acord o en desacord amb l’afirmació següent: «Si cadascú pensés
que té dret a desobeir el govern sempre que cregui que el govern no actua d’acord amb
les finalitats per a les quals es va establir, tothom trobaria sempre excuses per a desobeir,
i el govern seria feble i incapaç de proporcionar seguretat i estabilitat als ciutadans.»
Responeu d’una manera raonada.
[2 punts]

- Per contestar aquesta pregunta, mireu Desobediència civil d' Henry David Thoreau en una altra entrada.