El poema de Parménides
La obra de Parménides consiste en un poema, su lenguaje, además de poético es con una frecuencia muy oscuro.
El poema de Parménides se divide en tres partes:
· Proemio: Parmenides describe su transito de la oscuridad (el error) hasta la verdad (la luz), para poderlo describir acudió ala forma alegórica de la literatura oracular y mistérica, pretendió que el Proemio tuviera la importancia y seriedad de una revelación religiosa, ya que se preparaba para poder hacer frente a su críticos que serian sus compañeros pitagóricos.
Otro punto importante en el Proemio se refiere a la frase verdad bien
redonda, se le da esta calificación por que en cualquier parte que se inicie un
encadenamiento se le puede seguir circularmente, pasando varias veces por
cada uno de sus eslabones, hasta llegar la punto de inicio.
· Vía de la verdad: Parménides, mediante el uso de la razón y sin la ayuda de los sentidos, a deducir todo lo que podemos conocer de la realidad, esto quiere decir que todo lo que percibimos con los sentidos no debe de ser considerado como lo real.
· Vía de la opinión: Nos describe todo lo que la razón, sin la ayuda de los sentidos, puede deducir acerca del ser o lo limitado. Parménides pasa de los objetos de la razón a los objetos de los sentidos
El estudio de la vía de la verdad
El poema comienza cuando la Diosa afirma que existen dos vías de investigación contrarias entre si, en pocas palabra es que si se acepta una, la lógica nos obliga a rechazar a la otra.
Estas dos vías son: o es o no es una cosa. Lo que hace Parménides es aceptar eles ya que para el seria imposible concebir a lo que no-es, en resumen lo que no existe, es la nada, y cualquier preposición en el entorno al no-ente carece de sentido. Parmenides nos dice que es lo mismo el pensar que el ser, ya que los pensamientos con sentido se refieren a lo que es (ser), y pensar sobre lo que no es, es pensar en la nada.
Lo más importante de la vía de verdad es que Parménides no acepta dos tipos de premisa, de las vías de investigación, una de esas premisas es aquella que define como el no ser, y a la que describe como totalmente inconcebible, y aquella que se presenta como un término medio entre el ser y el no-ser. Esta tercera premisa establece que: una cosa es y no es.
Según Parménides esta tercera premisa solo la siguen los ignorantes que solo vagan bicéfalos, ya que combinan los contrarios es decir que creían que el es puede cambiar y convertirse a lo que era antes, esto habla de lo caminos de las cosas son regresivos, es por esto que Parménides no estaba de acuerdo con Heráclito, ya que Parménides dice que el ser no cambian.
Parmenides solo acepta una premisa ya que para el es la más importante y es la que establece que solo podemos pensar en el ser, y cuestiona las dos vía siguientes:
1) Una cosa no-es.
2) Una cosa es y no es.
DEDUCCIONES APARTIR DE LA PREMISA ES
Parmenides dedujo una seria de conclusiones a partir de la premisa esti (es o existe):
1ª DEDUCCIÓN: Aquí nos dice que el ser no puedo haber sido engendrado esto significa que el no ser paso hacia el ser. Parmenides declaro que el no ser no es podemos usarlo como un sinónimo de la nada, tampoco podría parecer ya que esto implicaría que el ser pasaría al no ser, Pamenides dice que esto es contradictorio por lo deduce que el ser no nace ni perece, épocas palabras el ser es eterno.
2ª DEDUCCIÓN: NEGACIÓN DEL VACÍO Parmenides declara que todo esta lleno de ente y que el vacio solo es un sinónimo del no ente, al decir esto Parmenides lo que quiere decir es que el vacio no existe.
3ª DEDUCCIÓN: ETERNO: Aquí nos menciona que el ser es eterno ya que no puedo haber surgido de lo ente y ni de lo no-ente, ya que si habría surgido del ente, ya habría tenido que existir antes que el, otro ente causa de su creación.
4ª DEDUCCIÓN:EL ENTE ES INMOVIL, FINITO (LIMITADO) Y SIMILAR A UNA ESFERA: El ente es inmóvil ya que está totalmente limitado formando un todo homogeneo. Y es perfecto por todas sus partes, siendo semejante a la masa de una esfera bien redonda.
5ª DEDUCCIÓN:NEGACIÓN DEL MOVIMIENTO: Cuando Parménides afirma que todo está lleno de ente, esto implica no únicamente negar la existencia del vacío sino tambien la existencia del movimiento.Es decir el ser no podría cambiar su estado interno (ser más alto o más bajo, cambiar en su color. etc) ya que ello implicaría que podría pasar del ser al no-ser y, sobre esto último, no podríamos pensar
En conclusión Parmenides la diferenciación entre conocimiento racional(logos) y percepción sensible queda definitivamente establecida. Y es que la razón nos muestra la realidad como increada, inmóvil e imperecedera: mientras que los sentidos nos la presentan como todo lo contrario, es decir,móvil y perecedera.
Aquestes seràn doncs, les premisses de Parmènides d' Elea:
- L' ésser és
- El no-ésser no és
- L' ésser no pot deixar d' ésser
- El no-ésser no pot arribar a ésser
^Introducción
Las yeguas que me llevan me condujeron hasta la meta de mi corazón, pues que en su carrera me trasportaron hasta el famoso camino de la deidad que, solo, lleva a través de todo al hombre iniciado en el saber. Hasta allí fui llevado, pues hasta allí me llevaron las muy inteligentes yeguas que tiran de mi carro, mientras que unas doncellas me enseñaban el camino.
El eje, inflamándose en los cubos, impelido de ambos lados por las dos redondas ruedas, lanzaba un grito de siringa, en tanto se apresuraban por conducirme hasta la luz las doncellas del Sol, dejando atrás las moradas de la Noche, quitándose con las manos de las cabezas los velos.
Allí están las puertas de los caminos de la Noche y del Día, sujetas entre un dintel y un umbral de piedra, altas hasta el éter, cerradas con ingentes hojas, de las que la Justicia fecunda en penas guarda las llaves maestras.
Induciéndola con blandas razones, las doncellas la convencieron inteligentemente de que sin tardanza les quitase de las puertas la barra sujeta con un cerrojo. Y las puertas abrieron una boca inmensa al desplegar las alas y hacer girar sucesivamente en los quicios sus ejes de fuerte bronce, sujetos con clavijas y pernos. Allá, pues, a través de las puertas, guiaron en línea recta las doncellas por la calzada carro y yeguas.
Y la diosa me acogió benévolamente. Tomó mi mano derecha en la suya y me habló dirigiéndome estas palabras:
Oh, joven, que en compañía de inmortales conductores y traído por esas yeguas arribas a nuestra morada, salud, pues que no es un destino aciago quien te impulsó a recorrer este camino, que está, en efecto, fuera del trillado por los hombres, sino la ley y la justicia. Mas necesidad es que te informes de todo, tanto del intrépido corazón de la Verdad bien redonda, cuanto de las opiniones de los mortales, en las que no hay una fe verdadera. Pero en todo caso aprenderás también esto, cómo necesitaban haber puesto a prueba cómo es lo aparente, recorriéndolo enteramente todo.
Mas tú, de este camino de busca aparta el pensamiento que pienses, no te fuerce el hábito preñado de experiencia a entrar por este camino, moviendo ciegos ojos y zumbantes oídos y lengua, antes juzga con la razón la muy debatida argumentación por mí expuesta. Una sola posibilidad aún de hablar de un camino queda.
^Primera parte
Sin embargo, considera firmemente con el pensamiento lo ausente como presente. Porque no cortarás a lo que es de su contacto con lo que es, ni esparcido por todas las partes del mundo, ni recogido.
3*
Igual me es todo punto de partida, pues he de volver a él.
Pero ven, y te diré, y tú retén las palabras oídas, qué únicos caminos de busca son pensables. El uno, que es y que no es posible que no sea, es la vía de la Persuasión, pues sigue a la Verdad. El otro, que no es y que necesario es que no sea, éste, te digo, es un sendero ignorante de todo. Porque ni puedes conocer lo que no es, pues no es factible, ni expresarlo.
Pues una misma cosa es la que puede ser pensada y puede ser.
Necesario es que aquello que es posible decir y pensar, [104] sea. Porque puede ser, mientras que lo que nada es, no lo puede. Esto te pido consideres. De este primer camino de busca, pues, te aparto, pero también de aquel por el que mortales que nada saben yerran bicéfalos, porque la inhabilidad dirige en sus pechos el errante pensamiento, y así van y vienen, como sordos y ciegos, estupidizados, raleas sin juicio, para quienes es cosa admitida que sea y no sea, y lo mismo y no lo mismo, y de todas las cosas hay una vía de ida y vuelta.
Pues jamás domarás a ser a lo que no es. Pero tú, de este camino de busca aparta el pensamiento que pienses.
Una sola posibilidad aún de hablar de un camino queda: que es. En este hay muchísimos signos de que lo que es no se ha generado y es imperecedero, pues es de intactos miembros, intrépido y sin fin. Ni nunca fue, ni será, puesto que es, ahora, junto todo, uno, continuo. Porque ¿qué origen le buscarás? ¿cómo, de dónde habría tomado auge? De lo que no es, no te dejaré decirlo ni pensarlo, pues no es posible decir ni pensar que no es. Y ¿qué necesidad le habría hecho nacer después más bien que antes, tomando principio de lo que nada es? Así, necesario es que sea totalmente, o que no sea.
Ni nunca la fuerza de la fe permitirá que de lo que no es se genere algo a su lado. Por lo cual ni generarse ni perecer le consiente la Justicia, soltando sus cadenas, sino que lo tiene sujeto. Mas el juicio acerca de estos caminos se funda en esta pregunta: ¿es o no es? Pues bien, cosa juzgada es, según es necesidad, dejar el uno como imposible de pensar y nombrar, por no ser un camino verdadero, mientras que el otro es y es veraz. ¿Cómo podría ser más adelante lo que es? ¿Cómo podría haberse generado? Porque si se generó, no es, ni si está a punto de llegar a ser un día. Así, la generación se ha extinguido y es ignorado el perecer.
Tampoco es divisible, puesto que es todo igual, ni hay más en ninguna parte, lo que le impediría ser continuo, ni menos, sino que todo está lleno de lo que es. Por esto es todo continuo: porque lo que es toca a lo que es.
Y, además, está inmóvil entre los cabos de grandes cadenas, sin principio ni cese, puesto que la generación y el perecer han sido arrojados muy lejos, ya que los rechazó la fe verdadera. Es lo mismo, permanece en lo mismo, yace en sí mismo, y, así, permanece, trabados los pies, en el mismo sitio, pues una poderosa necesidad le tiene sujeto en las cadenas del límite que lo detiene por ambos lados. Por lo cual no es lícito que lo que es sea infinito, pues no es carente de nada, mientras que siéndolo carecería de todo.
Lo mismo es aquello que se puede pensar y aquello por lo que existe el pensamiento que se piensa, pues sin aquello que es, y en punto a lo cual es expresado, no encontrarás el pensar. Porque nada distinto ni es, ni será, al lado de lo que es; al menos el Destino lo ató para que fuese entero e inmóvil. Por esto son nombres todo cuanto los mortales han establecido, persuadidos de que son verdaderos: generarse y perecer, ser y no ser, cambiar de lugar, mudar de color brillante.
Y, además, puesto que tiene un límite extremo, está terminado por todas partes, semejante a la masa de una esfera bien redonda, desde el medio igualmente fuerte por todas partes, pues necesario es que no sea ni más fuerte, ni más débil en una parte que en otra. Porque no hay nada que pudiera hacerle dejar de extenderse por igual, ni hay manera de que lo que es pueda ser aquí más y allí menos que lo que es, ya que es todo inexpoliable. Pues aquello desde lo que por todas partes es igual, impera del mismo modo entre los límites.
COMENTARIO DE TEXTO DEL POEMA DE PARMÉNIDES
Parménides nació en Elea en la segunda mitad del siglo VI A.C., iniciado en la filosofía por Aminia, con el tiempo llegó a fundar una escuela filosófica de gran fama (Eleática). Su única obra lleva por título Sobre la naturaleza, de la que comentaremos su Poema. La primera parte del texto es una introducción de carácter legendario donde Parménides narra como es conducido en un carro tirado por veloces yeguas y en compañía de unas doncellas (las hijas del sol) en presencia de la diosa (la verdad), para ello ha de atravesar las puertas de la noche y del día que custodia la Justicia, las doncellas interceden por él y llega ante la diosa que cogiendo su mano benévolamente le dirige unas palabras donde le muestra tres caminos.
De esta primera parte habría que destacar, además de la belleza literaria de la composición, que Parménides es conducido, no es pues su filosofía una lucha ascética en el cerco de la verdad sino que esta se le aparece –en concreto, es elegido y conducido hacia ella venciendo los obstáculos de la severa justicia-. De todas formas ese camino a la verdad se produce porque el filósofo se ha puesto en una situación de, es decir, sólo el hombre iniciado en el saber puede recorrer la senda. Por otra parte, la verdad se da también como una aletheia, una puerta que se abre.
Esta primera parte termina con el discurso de la diosa, que en primer lugar, lo acoge y le toma la mano. Le explica que este camino que ha elegido no es un camino común en los hombres, es decir, hay una elección, una vocación al camino de la ley y la verdad, una verdad que como no puede ser de otra manera, es redonda.
La segunda parte comienza con la muestra por parte de la diosa de los tres caminos:
.- El de la verdad, “el ser existe y es imposible que no exista”
.- El del error, “el ser no existe y es imposible que exista”
.- El de la opinión, “el ser existe y no existe a la vez.
Esta leyenda va a introducir su cosmología innovadora: La teoría del ser, el camino de la verdad es el ser. Parménides afirma que todo lo que uno piensa es, y el no ser, no es porque no puede ser pensado. Es decir, en la gnoseología prima más el pensar que el ser; esta racionalidad encaja perfectamente con el argumento ontológico de San Anselmo “Dios es aquel ser mayor del cual nada puede ser pensado” y el mero hecho de poder pensarlo incluye su existencia, o con la afirmación fichteana –si no recuerdo mal- de “un más allá del pensamiento es impensable”.
Introduce además, el principio de no contradicción “no se puede ser y no ser a la vez”, el no-ser no existe y el principio de identidad “lo que es es” y no puede no ser; aplica este principio desde tres puntos de vista: el abstracionista, pues sólo se fija en los seres como ser, prescinde de los sentidos, el idealista, sóloexiste aquello de lo que se tiene idea, y por último el subjetivista, sólo el sujeto puede tener esas ideas.
El ser es único, todo lo demás es apariencia y convención día y noche son una misma cosa porque no se puede definir el día como la no-ser-noche porque esto sería citar el no-ser que no es y por tanto caer en el tercer camino, el de la opinión o doxa plausible. Además, el ser es eterno porque si no hubiese sido carecería de sentido, y eso sería caer en el camino del error o la doxa falaz.
Es inengendrado, no puede proceder de un no-ser que no existe ni de un ser pues ya existiría. Es imperecedero, no puede dejar de ser. Es continuo e indivisible, un ser sin vacío. Es inmovible e inmutable, está inmovilizado por las cadenas de la necesidad de la diosa Dike porque es la realidad. Es ilimitado, porque ya está completo, si se le pudiera añadir algo ya no sería el ser, pero es una limitación en la forma no en el tiempo.
En resumen, para Parménides todo pensamiento tiene y ha de tener un objeto real. El ser puede ser pensado pero no equivale a una idea sino es un ser (material). El ser se describe como una esfera, no tiene principio ni fin, está completo por todas partes; más allá de él no hay nada.
En el terreno gnoseológico describe dos conocimientos, uno cierto y uno falso, el primero es el sendero del día (la razón) y el segundo el de la noche (los sentidos). Parménides desecha el conocimiento sensible, todo es inmóvil y el devenir de las cosas es pura ilusión.
Parménides, confunde el ser ontológico (el que tengo en mi mente) con el ser lógico (material). Su ser es un ser material pero al que se llega por la abstracción. Además esa identificación de pensar=ser, necesita de un sujeto y Parménides no dice de cuál se trata porque ha de haber una res cogitans que sólo puede ser él mismo o una personificación de ese ser abstracto que con su
pensamiento fabrique existentes reales y permita la objetividad de sus afirmaciones.
La filosofía parmenidiana da lugar a un monismo –reducción de todo a la unidad que tendrá una influencia en las teorías de Platón y en la filosofía contemporánea (idealismo y marxismo). En el idealismo ser como abstracción y en el marxismo ser como algo material.
No deja de ser loable, por otra parte, la búsqueda de la verdad y la explicación de las cosas –al igual que Heráclito- basada en un principio, una verdad que garantice la veracidad de nuestros pensamientos y que nos lleve al éxito frente a la filosofía griega posterior en la época de la “Ilustración griega” donde los sofistas representados por Gorgias negarán esa verdad del ser. El
mismo Gorgias dice que hay que escoger entre el ser y los sentidos y que puestos a elegir, el negará siempre el primero pues no puede existir y aunque existiese no podría ser cognoscible y aunque lo fuese no podría ser explicable ni entendible.
Webgrafia:
http://www.cervantesvirtual.com/bib/extras_autor/00002616/hipertextos/estatico/estatico2/seccion_4_parmenides.htm
http://www.soloimageneswhatsapp.com/imagenes04/versos-de-amistad-en-italiano.jpg
http://www.deures.info/2btx/comentari_parmenides.pdf
http://permenides-deelea.blogspot.com.es/
http://permenides-deelea.blogspot.com.es/
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