viernes, 18 de diciembre de 2015

DESCARTES: "COGITO ERGO SUM" (REGLA DE L' EVIDÈNCIA)

Cogito ergo sum 

(Regla de la evidencia) 

 


El "cogito ergo sum" es una idea que plantea Descartes (1596-1650) tanto en sus Meditaciones Metafísicas como en el Discurso del Método. Se trata de la conclusión (o, más bien, del único superviviente) a una ejercicio de puesta en cuestión sistemática de todas las ideas preconcebidas que tiene el autor.

Esta actividad de duda se plantea en el inicio la primera de las Meditaciones Metafísicas de la siguiente manera:

"He advertido hace a algún tiempo que, desde mi más temprana edad, había admitido como verdaderas muchas opiniones falsas, y que lo edificado después sobre cimientos tan poco sólidos tenía que ser por fuerza muy dudoso e incierto; de suerte que me era preciso emprender seriamente, una vez en la vida, la tarea de deshacerme de todas las opiniones a las que hasta entonces había dado crédito, y empezar de nuevo desde los fundamentos, si quería establecer algo firme y constante en las ciencias"

Partiendo de aquí, el filósofo va descartando como verdades incuestionables todas las informaciones que nos ofrecen los sentidos, ya que estos nos engañan a menudo, como cuando soñamos. Poco a poco esta "demolición" avanza hasta que Descartes se desprende de todas sus convicciones hasta quedarse con una sola, la cual no consigue cuestionar: la de su propia existencia, en la medida en que verdaderos o falsos, algunos pensamientos se están produciendo y, por tanto, debe existir alguien que los produzca.

"Cogito ergo sum" significa precisamente esto: pienso, luego existo; y será el pilar a partir del cual comenzará la "reconstrucción" del conocimiento.

Al final de la segunda de las meditaciones Descartes llega a una conclusión que, si bien no es más que una extensión de ese "cogito ergo sum", no deja de impresionar por su actualidad:

"Pues bien, si el conocimiento de la cera parece ser más claro y distinto después de llegar a él, no sólo por la vista y el tacto, sino por muchas más causas, ¿con cuánta mayor evidencia, distinción y claridad no me conoceré a mí mismo, puesto que todas las razones que sirven para conocer y concebir la naturaleza de la cera, o de cualquier otro cuerpo, prueban aun mejor la naturaleza de mi espíritu?"

Es decir: todo conocimiento es también conocimiento de uno mismo, idea que implica una profunda modernidad del pensamiento cartesiano, en que el sujeto adquiere una importancia mayúscula y empieza a desplazar la preponderancia que Dios y la religión habían tenido durante toda la Edad Media. Esto no implica que el autor sea subjetivista o, incluso, que deje de lado la religiosidad. De hecho, en el propio Discurso del Método se presenta una serie de argumentos para probar la existencia de Dios. En el pensamiento científico de Descartes, se manifiesta también esta religiosidad: como indica Miguel A. Granada en El umbral de la modernidad, Dios es entendido por Descartes como fundamento mismo de la matemática y la lógica. Aun así, el método cartesiano, ese método de duda constante, que da como fruto la afirmación del "cogito ergo sum" puede considerarse mucho más científico que medieval, ya que implica la búsqueda de la verdad a partir de un análisis crítico que ha de seguir el sujeto basándose en su propio razonamiento lógico, sin recurrir ni a la fe, ni a ninguna clase de texto dogmático.

WEBGRAFIA:



DESCARTES: LA MORAL PROVISIONAL I EL DUBTE METÒDIC

DESCARTES: EL DUBTE METÒDIC 



Els motius del dubte són fonamentalment quatre:
1.-Dubte dels sentits: Els sentits corporals ens enganyen. Veiem miratges, ens expliquen coses contradictòries. Per tant no podem fiar-nos-en. No ens donen una informació clara i distinta.
2.-Dubte del món extern: Sovint no podem distingir entre un somni i la vigília (tornem al tema de Calderón: “la vida es sueño) , per tant no podem estar gaire segurs de l’existència real del món extern, que ens arriba només a través del coneixement sensible.

3.-Dubte del propi coneixement: De vegades, ens confonem fins i tot en el càlcul matemàtic. Per tant no podem afirmar que el nostre coneixement està ben fonamentat. Podem equivocar-nos quan reflexionem, per tant el propi raonament ha de ser posat en dubte.

4.-Dubte del geni maligne: "Geni maligne" és una invenció de Descartes que apareix en les Meditacions Metafísiques. Vindria a ser una mena de follet enganyador que ens fa creure que és veritat allò que no és veritat. És una hipòtesi prou agosarada per l’època perquè, en el fons, el que significa és que (potser) el món no sigui la creació d’un déu de bondat sinó d’un poderós monstre dolent.
Podria haver-hi algun geni dolent que m’enganyés i que em fes creure que el que jo conec és real sense que necessàriament ho sigui. Per tant em resulta necessari dubtar.
Descartes vol arribar a una primera veritat superadora del dubte. Necessita quelcom que sigui evident per si mateix, independentment de tota tradició o autoritat. La superació del dubte només pot fer-se d’una manera ordenada, pas per pas. Per això el descobriment de la primera veritat (cogito) només pot néixer de l’aplicació de regles metòdiques.

Abans del dubte, però, caldrà una moral provisional:


Webgrafia:
http://www.alcoberro.info/planes/descartes3.htm

http://www.educa2.madrid.org/web/educamadrid/principal/files/15fde000-3fb0-415b-9ba5-493d877959ea/DESCARTES_FASES_DE_LA_DUDA.gif

http://images.slideplayer.es/7/1736035/slides/slide_22.jpg

DESCARTES: LAS CUATRO REGLAS DEL MÉTODO CARTESIANO

DESCARTES:


 

LAS CUATRO REGLAS DEL MÉTODO CARTESIANO.

En el siglo XVII se abren nuevos horizontes en el saber humano. Esto que culminará con la enciclopedia un siglo más tarde es un período que no pasará desapercibido para el futuro.
La ciencia no es únicamente un conocimiento teórico de las causas, se presenta como una oportunidad de crecimiento humano. Este conocimiento útil se erige con la certeza racional y evidente que le da solidez a sus propios planteamientos. Es el siglo de la física, las matemáticas, la geometría y las ciencias que no dependen de lo subjetivo.

EL MÉTODO CARTESIANO
Descartes propone un método que ha de ser matemático y universal, sea cual sea su aplicación o campo del saber a que se refiera. La definición de lo que él entiende por método la podemos encontrar en la Regla IV de su obra "Regulae ad directionem            ingenii":
"Así pues, entiendo por método reglas ciertas y fáciles, mediante las cuales el que las observe exactamente no tomará nunca nada falso por verdadero, y, no empleando inútilmente ningún esfuerzo de la mente, sino aumentando siempre gradualmente su ciencia, llegará al conocimiento verdadero de todo aquello de que es capaz.»
("Reglas para la dirección del espíritu". Alianza editorial, Madrid 1989, pg. 79 )
La primera ventaja que nos proporciona el método es evitar el error. Pero, además de proporcionarnos un conjunto de reglas o procedimientos para deducir lo que ya conocemos, puede aplicarse a cualquier nuevo campo del saber. El método permitirá que aumentemos nuestros conocimientos y descubramos nuevas verdades.
 
Las reglas del método pueden resumirse en cuatro fundamentales, enunciadas por Descartes en su "Discurso del método":
1. Regla (Evidencia) 
«No admitir jamás como verdadero cosa alguna sin conocer con evidencia que lo era: es decir, evitar con todo cuidado la precipitación y la prevención, y no comprender en mis juicios nada más que lo que se presentara tan clara y distintamente a mi espíritu que no tuviese ocasión alguna para ponerlo en duda»

Descartes es un precursor del método basado en la evidencia. Sólo acepta como verdadero lo evidente. Pero ¿Qué es evidente? La evidencia se produce sólo en la intuición, es decir, en un acto puramente racional por el que nuestra mente capta o "ve" de modo inmediato y simple una idea. La intuición es la captación intelectual inmediata de una idea. Inmediato implica que no hay una cadena deductiva de por medio y, por otra parte, que no hay mezcla con nada sensible (no median los sentidos o la experiencia para captar esa idea). Si lo que es evidente es lo que es intuido, ¿Qué es lo que la mente intuye? ideas claras y distintas.
Una idea es clara cuando podemos advertir todos sus elementos sin la menor duda (se opone a oscura).
La idea será distinta cuando aparezca claramente diferenciada, separada y recortada de las demás, de tal manera que no podamos confundirla con ninguna otra idea. (se opone a idea confusa).

La intuición intelectual se caracteriza por su indubitabilidad y exclusión total del error. Entre lo absolutamente falso y lo absolutamente verdadero no hay término medio. Algo es verdadero o falso. Descartes excluye los conocimientos que son únicamente probables. La certeza, como propiedad fundamental del saber, exige la desestimación absoluta de lo probable. Lo que no es claro y distinto (evidente) es confuso y oscuro debiendo ser rechazado como posible fuente de conocimiento.
La evidencia, como criterio de verdad, exige también que el conocimiento se retraiga a sus propios dominios y leyes, independientemente de lo que exista externamente a nuestra mente y su proceder. No hay posibilidad de experimentar una intuición sensible. Ésto no existe. Las ideas que provienen de la sensación son siempre oscuras y confusas.
Descartes llamó también "naturae simplices" o naturalezas simples a las ideas que poseen las características de claridad y distinción. Estas naturalezas simples son conocidas intuitivamente y constituyen los pilares sobre los que se asientan las verdades o ideas complejas. Por supuesto, Descartes sólo admite un reducido número de ideas simples (extensión, substancia, pensamiento, etc.). La mayoría de nuestras ideas son complejas, por lo que hay que encontrar la manera de reducirlas a ideas simples, por lo tanto, evidentes.
Descartes va cerrando el círculo: las naturalezas simples son, además, ideas innatas, es decir, ideas que están potencialmente en la mente y surgen con ocasión de determinadas experiencias.

Las ideas innatas son poseidas por todos los hombres por el hecho de ser racionales. No son ideas que se adquieran a través de la experiencia o el aprendizaje y tampoco dependen de la cultura o las condiciones históricas. Son verdades evidentes que se hallan en nuestras mentes, independientemente del tiempo, el lugar y la persona que las piense. Esto era necesario para poder garantizar un conocimiento evidente o cierto. Las ideas innatas garantizan la veracidad de nuestros conocimientos al convertirse en su verdadero y único sostén. Ellas mismas no necesitan (ni pueden) ser demostradas ya que caen fuera de la cadena de deducciones. El primer motor inmóvil que mueve sin ser movido queda transformado el las unidades simples de conocimientos que son la base de toda demostración sin ser ellas mismas demostradas por nada.
2. Análisis 
«Dividir cada una de las dificultades que examinase en tantas partes como fuera posible y como requiriese para resolverlas mejor»

Cualquier problema que tengamos que estudiar no es más que un conjunto vertebrado de ideas complejas. Analizar consiste en descomponer lo complejo en sus elementos simples, elementos éstos que podrán ser susceptibles de ser intuidos como ideas claras y distintas, esto es: evidentes.
Reducimos lo complejo a lo simple y, en el mismo movimiento, accedemos desde lo desconocido a lo conocido: las ideas innatas. Este procedimiento puede ser

3. Síntesis
«El tercero, en conducir por orden mis pensamientos, comenzando por los objetos más simples y más fáciles de conocer para ascender poco a poco, como por grados, hasta el conocimiento de los más compuestos, suponiendo incluso un orden entre los que se preceden naturalmente unos a otros".

Una vez que hemos llegado a los elementos simples de un problema hay que reconstruirlo en toda su complejidad, deduciendo todas las ideas y consecuencias que se derivan de aquellos principios primeros absolutamente ciertos. La síntesis es un proceso ordenado de deducción, en el que unas ideas se encadenan a otras necesariamente. En el proceso deductivo no sólo reconstruimos lo complejo a partir de sus elementos simples y verdaderos, sino que ampliamos nuestros conocimientos con nuevas verdades: de lo conocido (los elementos simples ) accedemos a los desconocido mediante un proceso ordenado y riguroso de concatenación de ideas.

La síntesis complementa al análisis y nos permite avanzar en la búsqueda de nuevas verdades.
4. Comprobación
«Y el último, en realizar en todo unos recuentos tan completos y unas revisiones tan generales que pudiese estar seguro de no omitir nada»

Se trata de comprobar y revisar que no haya habido error alguno en todo el proceso analítico-sintético. La comprobación intenta abarcar de un solo golpe y de manera intuitiva la globalidad del proceso que se está estudiando. Se parte de la intuición y a ella se vuelve.
Una vez comprobado todo el proceso, podremos estar seguros de su certeza.

Webgrafia:

 

domingo, 6 de diciembre de 2015

DESCARTES: PEL·LÍCULA "Y, JOHNNY COGIÓ SU FUSIL" DE DALTON TRUMBO

"Johnny cogió su fusil" de Dalton Trumbo 

 

"¿Qué sentiríamos si descubriésemos que todo cuanto somos es pensamiento? ¿Qué ideas recorrerían nuestra mente si concluyésemos que estamos atrapados en un cuerpo que no podemos usar a nuestro antojo? ¿Quién nos consolaría si adivinásemos que nos hemos convertido en un trozo incomunicado de carne postrado en una cama?
Esa es la historia de Johnny cogió su fusil, una extraordinaria película clásica, una oda al pacifismo y a la reflexión pausada sobre la identidad y la incomunicación.
Durante el siglo XVII Descartes planteó el problema del solipsismo. Para deshacerse de todos aquellos prejuicios que pudiesen contaminar un conocimiento certero de la realidad decidió -dentro de un ejercicio de honestidad- dudar de todo, no dar por cierto ningún conocimiento que hubiese podido aceptar alegremente con anterioridad. Mientras dudaba absolutamente de todo "descubrió" con satisfacción que por mucho que "dudase" (de los objetos materiales, de la existencia de un cuerpo físico o incluso de las verdades matemáticas, pues cabe pensar que 2 + 2  sean 5 y no 4...) al menos él mismo era una cosa que dudaba, y dudar implica pensar. Eso y no otra cosa es el cogito: adivinar la certeza de que por muy escépticos que seamos no podemos dudar de que dudamos -obvio-, no podemos dudar de que somos algo que PIENSA. Pero cuidado, hasta que logremos demostrar las demás cosas -que estoy despierto y no dormido, que existen los cuerpos físicos que creemos ver, que también existes tú, lector-, hasta que logremos demostrar esas cosas, insisto, sólo somos pensamiento solitario. A ese paso intermedio -y algo angustioso- se le denominó solipsismo cartesiano.
Es esa soledad de no sentirse más que un bicho pensante aquello que describe con maestría la película de Dalton Trumbo que hoy recomendamos. Dejamos un fragmento de la cinta, el momento en que el protagonista descubre que apenas tiene cuerpo, que no lo puede usar y que por ende no se puede comunicar; que está solo, infinitamente solo entre sus propios pensamientos."





Es posiblemente uno de los títulos más complicados y controvertidos a los que el espectador puede enfrentarse. No tanto por su discutible calidad cinematográfica, como por la potencia de su discurso. Habrá quienes se aferren al historial de su escritor/director Dalton Trumbo (uno de los grandes), pero una vez empieza el film no existen los nombres ni la historia, sólo Johnny y su agonía.

El ser humano reducido a la pura conciencia, aislado del mundo, un Gregor Samsa con fusil cuya vida de un giro radical en el momento que de él sólo queda lamente. La desgracia llevada al límite como excusa para hablar de religión, política, patriotismo, eutanasia, filosofía e incluso aborto. Un discurso que más que concienciar, pretende justificar e incomodar desde una imperfección académica.Joe (Timothy Bottoms) es un joven norteamericano que se alista al ejército en la 1º Guerra Mundial. Dejando atrás novia y familia acude a la llamada del deber convencido de hacer lo correcto. Toda su vitalidad e inocencia desaparecerán en laexplosión de una bomba, que le privará de brazos, piernas, boca, ojos y oído.

Convertido en un torso con vida, incapaz de comunicarse con el exterior, su caso será tomado como objeto de estudio, manteniéndolo con vida por piedad y ciencia. Con su cuerpo por prisión irá descubriendo poco a poco su situación y aprendiendo a entender su entorno con los pocos medios que le quedan.

Cierto es que la situación que plantea es totalmente límite, un estado cartesiano donde la única verdad viene del pensamiento, y la realidad y la ensoñación son dos estados indiferenciables. Mediante flashbacks veremos su vida pasada, y también parte de sus sueños y recuerdos. A través de ellos vemos la crítica política y el ataque directo al discurso religioso que prima lo espiritual sobre lo corporal. 

En su soledad e inmovilidad, se verá frustrado y decepcionado por todo lo que ha creído cierto, por haber tomado unos ideales que le han llevado a esa situación. En un diálogo con su padre vemos que ni tan sólo sus convicciones políticas son firmes, ya que desconoce lo que significa la palabra democracia, y menos aún sabe quienes son sus enemigos.

En los sueños que tiene el protagonista podemos entrever la mano que metió Buñuel, que en principio iba a dirigirlo y participó en el guión, y donde vemos los anhelos y temores del protagonista. Está claro que juzgar el film obviando el debate que propone, es complicado. En ése punto el film grandioso, con sólo un hombre en una camilla genera una serie de argumentos que muchos otros films con mucha más fanfarria no consiguen.Eso sí, se toma el riesgo de aburrir con una narrativa lenta, y sobretodo con unos flashbacks muchas veces innecesarios. Ayudan las excelentes interpretaciones deJason Robards y Donald Sutherland (representando a Cristo), pero queda claro desde e principio que el film no pretende ser un derroche de perfección académica, de buen hacer cinematográfico, sino el intento de un autor de plasmar su libro a la pantalla todo lo fielmente posible, rayando el ensayo.

En definitiva, estamos ante un film impresionante, a la par que polémico y complicado, de aquellos que no gusta recomendar. Para mí imprescindible, no por genial (sus fallos tiene) sino por diferente, único, y por ser la única vez que el genial Dalton Trumbo se puso detrás de la cámara.

Lo mejor: Las escenas en que Joe toma contacto con su nueva realidad.

Lo peor: Ciertos flashbacks que aportan más bien poco.

El dato: Se convirtió en film de culto cuando Metallica baso su videclip y canciónOne dicho film.



La Vanguardia

Un hombre que llevaba 8 años 'en coma' estaba en realidad consciente

Martin Pistorius quedó postrado en una cama a los 12 años cuando sufrió una meningitis criptocócica

Vida | 16/01/2015 - 14:54h | Última actualización: 16/01/2015 - 17:34h


Un hombre que llevaba 8 años 'en coma' estaba en realidad consciente


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Barcelona. (Redacción).- La historia de Martin Pistorius es sencillamente insólita. Y es que estar postrado en una cama durante ocho años es un drama para cualquiera. Pero si además todo el mundo piensa que estás en coma cuando en realidad eres consciente de todo lo que pasa a tu alrededor pues la cosa se complica.
Pistorius, sudafricano de 38 años, enfermó a los 12 de meningitis criptocócica, y en apenas dos años quedó postrado en un estado absolutamente vegetativo. Sin embargo, dos años después fue recuperando gradualmente la conciencia, aunque no sucedió lo mismo con la habilidad de moverse, hablar o establecer contacto visual. Así lo explicó él mismo en la radio norteamericana NPR .
Los siguientes ocho años permaneció, por decirlo gráficamente, encerrado en su propio cuerpo, mientras todo el mundo pensaba que estaba en coma. El problema principal es que cuando lo diagnosticaron, dos años después de enfermar, los médicos lo enviaron a casa al estar seguros de que no sobreviviría.
Sus padres lo cuidaban a diario -también lo llevaban a un centro médico-, aunque no tenían apenas esperanzas de que algún día se recuperara. A tal punto llegó su desesperación que un buen día su madre llegó a decirle "ojalá murieras". Ella, por aquel entonces, no sabía que su hijo podía escucharla.
Cuando Martin fue consciente de que nadie podía saber que realmente estaba consciente, decidió aprender a controlar su mente. Y no había para menos. Las enfermeras en el centro médico donde sus padres lo dejaban cada día solían hasta maltratarlo. Sin ir más lejos, lo podían dejar en un baño frío durante mucho tiempo.
Pero llegó un buen día en que se hartó de aquella situación y empezó a poner todo su empeño en aprender a moverse. Cuando tuvo ya más de 20 años de edad, aprendió a comunicarse a través de una palanca de mando, y con el tiempo, llegó a aprender a manejar una silla de ruedas. Posteriormente encontró su primer trabajo archivando papeles en una institución gubernamental.
Más tarde ingresaría en un colegio para estudiar ciencias de la computación y empezó su propia empresa de diseño. Escribió un libro, relatando su increíble historia y a los 33 años se casó. Ahora maneja una suerte de teclado que sonoriza lo que quiere comunicar y está aprendiendo a conducir, a pesar de estar en silla de ruedas. Sin duda, una fantástica historia de superación.





Webgrafia:

http://lacallemorgue.blogspot.com.es/2008/04/johnny-cogi-su-fusil-descartes-y-los.html 


http://www.youtube.com/watch?v=pIWJ_UDaTnI

 https://www.youtube.com/watch?v=kBXanOlDeRg

 http://filostreet.blogspot.com.es/2014/07/johnny-cogio-su-fusil-o-el-solipsismo.html