domingo, 20 de septiembre de 2020

PLATÓ. GRAUS DE CONEIXEMENT. SÍMIL DE LA LÍNIA.

 


PLATÓ. GRAUS DE CONEIXEMENT.
 SÍMIL DE LA LÍNIA. 






República VI: El símil de la línea  (Rep., 510a-511e)


--Ahora bien, también sabes que, para las más de las gentes, el bien es el placer; y para los más ilustrados, el conocimiento.

--¿Cómo no?

--Y también, mi querido amigo, que quienes tal opinan no pueden indicar qué clase de conocimiento, sino que al fin se ven obligados a decir que el del bien.

--Lo cual es muy gracioso --dijo.

--¿Cómo no va a serlo --dije--, si después de echarnos en cara que no conocemos el bien nos hablan luego como a quien lo conoce? En efecto, dicen que es el conocimiento del bien, como si comprendiéramos nosotros lo que quieren decir cuando pronuncian el nombre del bien.

--Tienes mucha razón --dijo.

--¿Y los que definen el bien como el placer? ¿Acaso no incurren en un extravío no menor que el de los otros? ¿No se ven también éstos obligados a convenir en que existen placeres malos?

--En efecto.

--Les acontece, pues, creo yo, el convenir en que las mismas cosas son buenas y malas. ¿No es eso?

--¿Qué otra cosa va a ser?

--¿Es, pues, evidente, que hay muchas y grandes dudas sobre esto?
--¿Cómo no?
--¿Y qué? ¿No es evidente también que mientras con respecto a lo justo y lo bello hay muchos que, optando por la apariencia, prefieren hacer y tener lo que lo parezca, aunque no lo sea, en cambio, con respecto a lo bueno, a nadie le basta con poseer lo que parezca serlo, sino que buscan todos la realidad, desdeñando en ese caso la apariencia?
--Efectivamente --dijo.
--Pues bien, esto que persigue y con miras a lo cual obra siempre toda alma, que, aun presintiendo que ello es algo, no puede, en su perplejidad, darse suficiente cuenta de lo que es ni guiarse por un criterio tan seguro como en lo relativo a otras cosas, por lo cual pierde también las ventajas que pudiera haber obtenido de ellas… ¿Consideraremos, pues, necesario que los más excelentes ciudadanos, a quienes vamos a confiar todas las cosas, permanezcan en semejante oscuridad con respecto a un bien tan preciado y grande?
--En modo alguno --dijo.
--En efecto, creo yo --dije-- que las cosas justas y hermosas de las que no se sabe en qué respecto son buenas no tendrán un guardián que valga gran cosa en aquel que ignore este extremo; y auguro que nadie las conocerá suficientemente mientras no lo sepa.
--Bien auguras --dijo.
--¿No tendremos, pues, una comunidad perfectamente organizada cuando la guarde un guardián conocedor de estas cosas?
--Es forzoso --dijo--. 
--Pero tú, Sócrates, ¿dices que el bien es el conocimiento, o que es el placer, o que es alguna otra distinta de éstas?
--¡Vaya con el hombre! --exclamé--. Bien se veía desde hace rato que no te ibas a contentar con lo que opinaran los demás acerca de ello.
--Porque no me parece bien, ¡oh Sócrates! --dijo--, que quien durante tanto tiempo se ha ocupado de estos asuntos pueda exponer las opiniones de los demás, pero no las suyas.
--¿Pues qué? --dije yo--. ¿Te parece bien que hable uno de las cosas que no sabe como si las supiese?
--No como si las supiese --dijo--, pero sí que acceda a exponer, en calidad de opinión, lo que él opina.
--¿Y qué? ¿No te has dado cuenta --dije-- de que las opiniones sin conocimiento son todas defectuosas? Pues las mejores de entre ellas son ciegas. ¿O crees que difieren en algo de unos ciegos que van por buen camino aquellos que profesan una opinión recta pero sin conocimiento?
--En nada --dijo.
--¿Quieres, entonces, ver cosas feas, ciegas y tuertas, cuando podrías oírlas claras y hermosas de labios de otros?
--¡Por Zeus! --dijo Glaucón--. No te detengas, ¡oh Sócrates!, como si hubieses llegado ya al final. A nosotros nos basta que, como nos explicaste lo que eran la justicia, templanza y demás virtudes, del mismo modo nos expliques igualmente lo que es el bien.
--También yo, compañero, --dije--, me daría por plenamente satisfecho. Pero no sea que resulte incapaz de hacerlo y provoque vuestras risas con mis torpes esfuerzos. En fin, dejemos por ahora, mis bienaventurados amigos, lo que pueda ser el bien en sí, pues me parece un tema demasiado elevado para que, con el impulso que llevamos ahora, podamos llegar en este momento a mi concepción acerca de ello. En cambio, estoy dispuesto a hablaros de algo que parece ser hijo del bien y asemejarse sumamente a él; eso si a vosotros os agrada, y si no, lo dejamos.
--Háblanos, pues --dijo--. Otra vez nos pagarás tu deuda con la descripción del padre.
--¡Ojalá --dije-- pudiera yo pagarla y vosotros percibirla entera en vez de contentaros, como ahora, con los intereses! En fin, llevaos, pues, este hijo del bien en sí, este interés producido por él, mas cuidad de que yo no os engañe involuntariamente, pagándoos los réditos en moneda falsa.
--Tendremos todo el cuidado posible --dijo--. Pero habla ya. 
--Sí --contesté--, pero después de haberme puesto de acuerdo con vosotros y de haberos recordado lo que se ha dicho antes y se había dicho ya muchas otras veces.
--¿Qué? --dijo.
--Afirmamos y definimos en nuestra argumentación --dije-- la existencia de muchas cosas buenas y muchas cosas hermosas y muchas también de cada una de las demás clases.
--En efecto, así lo afirmamos.
--Y que existe, por otra parte, lo bello en sí y lo bueno en sí; y del mismo modo, con respecto a todas las cosas que antes definíamos como múltiples, consideramos, por el contrario, cada una de ellas como correspondiente a una sola idea, cuya unidad suponemos, y llamamos a cada cosa «aquello que es».
--Tal sucede.
--Y de lo múltiple decimos que es visto, pero no concebido, y de las ideas, en cambio, que son concebidas, pero no vistas.
--En absoluto.
--Ahora bien, ¿con qué parte de nosotros vemos lo que es visto?
--Con la vista --dijo.
--¿Y no percibimos --dije-- por el oído lo que se oye y por medio de los demás sentidos todo lo que se percibe?
--¿Cómo no?
--¿No has observado --dije-- de cuánta mayor generosidad usó el artífice de los sentidos para con la facultad de ver y ser visto?
--No, en modo alguno --dijo.
--Pues considera lo siguiente: ¿existe alguna cosa de especie distinta que les sea necesaria al oído para oír o a la voz para ser oída; algún tercer elemento en ausencia del cual no podrá oír el uno ni ser oída la otra?
--Ninguna --dijo.
--Y creo también --dije yo-- que hay muchas otras facultades, por no decir todas, que no necesitan de nada semejante. ¿O puedes tú citarme alguna?
--No, por cierto --dijo.
--Y en cuanto a la facultad de ver y ser visto, ¿no te has dado cuenta de que ésta sí que necesita?
--¿Cómo?
--Porque aunque, habiendo vista en los ojos, quiera su poseedor usar de ella, y aunque esté presente el color en las cosas, sabes muy bien que si no se añade la tercera especie particularmente constituida para este mismo objeto, ni la vista verá nada ni los colores serán visibles.
--¿Y qué es eso --dijo-- a que te refieres?
--Aquello --contesté-- a lo que tú llamas luz.
--Tienes razón --dijo.
--No es pequeña, pues, la medida en que, por lo que toca a excelencia, supera el lazo de unión entre el sentido de la vista y la facultad de ser visto a los que forman las demás uniones; a no ser que la luz sea algo despreciable.
--No --dijo--; está muy lejos de serlo.
--¿Y a cuál de los dioses del cielo puedes indicar como dueño de estas cosas y productor de la luz, por medio de la cual vemos nosotros y son vistos los objetos con la mayor perfección posible?
--Al mismo --dijo-- que tú y los demás, pues es evidente que preguntas por el sol.
--Ahora bien, ¿no se encuentra la vista en la siguiente relación con respecto a este dios?
--¿En cuál?
--No es sol la vista en sí, ni tampoco el órgano en que se produce, al cual llamamos ojo.
--No, en efecto.
--Pero éste es, por lo menos, el más parecido al sol, creo yo, de entre los órganos de los sentidos.
--Con mucho.
--Y el poder que tiene, ¿no lo posee como algo dispensado por el sol en forma de una especie de emanación?
--En un todo.
--¿Más no es así que el sol no es visión, sino que siendo causante de ésta, es percibido por ella misma?
--Así es --dijo.
--Pues bien, he aquí --continué-- lo que puedes decir que yo designaba como hijo del bien, engendrado por éste a su semejanza como algo que, en la región visible, se comporta, con respecto a la visión y a lo visto, del mismo modo que aquél en la región inteligible con respecto a la inteligencia y a lo aprehendido por ella.
--¿Cómo? --dijo--. Explícamelo algo más.
--¿No sabes --dije--, con respecto a los ojos, que, cuando no se les dirige a aquello sobre cuyos colores se extienda la luz del sol, sino a lo que alcanzan las sombras nocturnas, ven con dificultad y parecen casi ciegos, como si no hubiera en ellos visión clara?
--Efectivamente --dijo.
--En cambio, cuando ven perfectamente lo que el sol ilumina, se muestra, creo yo, que esa visión existe en aquellos mismos ojos.
--¿Cómo no?
--Pues bien, considera del mismo modo lo siguiente con respecto al alma. Cuando ésta fija su atención sobre un objeto iluminado por la verdad y el ser, entonces lo comprende y conoce y demuestra tener inteligencia; pero cuando la fija en algo que está envuelto en penumbras, que nace o perece, entonces, como no ve bien, el alma no hace más que concebir opiniones siempre cambiantes y parece hallarse privada de toda inteligencia.
--Tal parece, en efecto.
--Puedes, por tanto, decir que lo que proporciona la verdad a los objetos del conocimiento y la facultad de conocer al que conoce, es la idea del bien a la cual debes concebir como objeto del conocimiento pero también como causa de la ciencia y de la verdad; y así, por muy hermosas que sean ambas cosas, el conocimiento y la verdad, juzgarás rectamente si consideras esa idea como otra cosa distinta y más hermosa todavía que ellas. Y en cuanto al conocimiento y la verdad, del mismo modo que en aquel otro mundo se puede creer que la luz y la visión se parecen al sol, pero no que sean el mismo sol, del mismo modo en éste es acertado el considerar que uno y otra son semejantes al bien, pero no lo es el tener a uno cualquiera de los dos por el bien mismo, pues es mucho mayor todavía la consideración que se debe a la naturaleza del bien.
--¡Qué inefable belleza --dijo-- le atribuyes! Pues, siendo fuente del conocimiento y la verdad, supera a ambos, según tú, en hermosura. No creo, pues, que lo vayas a identificar con el placer.
--Ten tu lengua --dije--. Pero continúa considerando su imagen de la manera siguiente.
--¿Cómo?
--Del sol dirás, creo yo, que no sólo proporciona a las cosas que son vistas la facultad de serlo, sino también la generación, el crecimiento y la alimentación; sin embargo, él no es generación.
--¿Cómo había de serlo?
--Del mismo modo puedes afirmar que a las cosas inteligibles no sólo les adviene por obra del bien su cualidad de inteligibles, sino también se les añaden, por obra también de aquél, el ser y la esencia; sin embargo, el bien no es esencia, sino algo que está todavía por encima de aquélla en cuanto a dignidad y poder.
Entonces Glaucón dijo con mucha gracia:
--¡Por Apolo! ¡Qué maravillosa superioridad!
--Tú tienes la culpa --dije--, porque me has obligado a decir lo que opinaba acerca de ello.
--Y no te detengas en modo alguno-- dijo--. Sigue exponiéndonos, si no otra cosa, al menos la analogía con respecto al sol, si es que te queda algo que decir.
--Desde luego --dije--; es mucho lo que me queda.
--Pues bien --dijo--, no te dejes ni lo más insignificante.
--Me temo --contesté-- que sea mucho lo que me deje. Sin embargo, no omitiré de intento nada que pueda ser dicho en esta ocasión.
--No, no lo hagas --dijo.
--Pues bien --dije--, observa que, como decíamos, son dos, y que reinan, el uno en el género y región inteligibles, y el otro, en cambio, en la visible; y no digo que en el cielo para que no creas que juego con el vocablo. Sea como sea, ¿tienes ante ti esas dos especies, la visible y la inteligible?
--Las tengo.
--Toma, pues,una línea que esté cortada en dos segmentos desiguales y vuelve a cortar cada uno de los segmentos, el del género visible y el del inteligible, siguiendo la misma proporción. Entonces tendrás, clasificados según la mayor claridad u oscuridad de cada uno: en el mundo visible, un primer segmento, el de las imágenes. Llamo imágenes ante todo a las sombras y, en segundo lugar, a las figuras que se forman en el agua y en todo lo que es compacto, pulido y brillante y a otras cosas semejantes, si es que me entiendes.
--Sí que te entiendo.
--En el segundo pon aquello de lo cual esto es imagen: los animales que nos rodean, todas las plantas y el género entero de las cosas fabricadas
--Lo pongo --dijo.
--Accederías acaso --dije yo-- a reconocer que lo visible se divide, en proporción a la verdad o a la carencia de ella, de modo que la imagen se halle, con respecto a aquello que imita, en la misma relación en que lo opinado con respecto a lo conocido?
--Desde luego que accedo --dijo.
--Considera, pues, ahora de qué modo hay que dividir el segmento de lo inteligible.
--Cómo?
--De modo que el alma se vea obligada a buscar la una de las partes sirviéndose, como de imágenes, de aquellas cosas que antes eran imitadas, partiendo de hipótesis y encaminándose así, no hacia el principio, sino hacia la conclusión; y la segunda ,partiendo también de una hipótesis, pero para llegar a un principio no hipotético y llevando a cabo su investigación con la sola ayuda de las ideas tomadas en sí mismas y sin valerse de las imágenes a que en la búsqueda de aquello recurría.
--No he comprendido de modo suficiente --dijo-- eso de que hablas.
--Pues lo diré otra vez --contesté--. Y lo entenderás mejor después del siguiente preámbulo. Creo que sabes que quienes se ocupan de geometría, aritmética y otros estudios similares dan por supuestos los números impares y pares, las figuras, tres clases de ángulos y otras cosas emparentadas con éstas y distintas en cada caso; las adoptan como hipótesis, procediendo igual que si las conocieran, y no se creen ya en el deber de dar ninguna explicación ni a sí mismos ni a los demás con respecto a lo que consideran como evidente para todos, y de ahí es de donde parten las sucesivas y consecuentes deducciones que les llevan finalmente a aquello cuya investigación se proponían.
--Sé perfectamente todo eso --dijo.
--Y no sabes también que se sirven de figuras visibles acerca de las cuales discurren, pero no pensando en ellas mismas, sino en aquello a que ellas se parecen, discurriendo, por ejemplo, acerca del cuadrado en sí y de su diagonal, pero no acerca del que ellos dibujan, e igualmente en los demás casos; y que así, las cosas modeladas y trazadas por ellos, de que son imágenes las sombras y reflejos producidos en el agua, las emplean, de modo que sean a su vez imágenes, en su deseo de ver aquellas cosas en si que no pueden ser vistas de otra manera sino por medio del pensamiento?
--Tienes razón --dijo.
--Y así, de esta clase de objetos decía yo que era inteligible, pero que en su investigación se ve el alma obligada a servirse de hipótesis y, como no puede remontarse por encima de éstas, no se encamina al principio, sino que usa como imágenes aquellos mismos objetos, imitados a su vez por comparación con éstos, son también ellos estimados y honrados como cosas palpables.
--Ya comprendo --dijo-- te refieres a lo que se hace en geometría y en las ciencias afines a ella.
--Pues bien, aprende ahora que sitúo en el segundo segmento de la región inteligible aquello a que alcanza por sí misma la razón valiéndose del poder dialéctico y considerando las hipótesis no como principios, sino como verdaderas hipótesis, es decir, peldaos y trampolines que la eleven hasta lo no hipotético, hasta el principio de todo; y una vez haya llegado a éste, irá pasando de una a otra de las deducciones que de él dependen hasta que de ese modo descienda a la conclusión sin recurrir en absoluto a nada sensible, antes bien, usando solamente de las ideas tomadas en sí mismas, pasando de una a otra y terminando en las ideas.
--Ya me doy cuenta --dijo--, aunque no perfectamente, pues me parece muy grande la empresa a que te refieres, de que lo que intentas es dejar sentado que es más clara la visión del ser y de lo inteligible que proporciona la ciencia dialéctica que la que proporcionan las llamadas artes, a las cuales sirven de principios las hipótesis; pues, aunque quienes las estudian se ven obligados a contemplar los objetos por medio del pensamiento y no de los sentidos, sin embargo, como no investigan remontándose al principio, sino partiendo de hipótesis, por eso te parece a ti que no adquieren conocimiento de esos objetos que son, empero, inteligibles cuando están en relación con un principio. Y creo también que a la operación de los geómetras y demás la llamas pensamiento, pero no conocimiento, porque el pensamiento es algo que está entre la simple creencia y el conocimiento.
--Lo has entendido --dije-- con toda perfección. Ahora aplícame a los cuatro segmentos estas cuatro operaciones que realiza el alma: la inteligencia, al más elevado; el pensamiento, al segundo; al tercero dale el de la creencia y al último la imaginación; y ponlos en ese orden,considerando que cada uno de ellos participa tanto más de la claridad cuanto más participen de la verdad los objetos a que se aplica.
--Ya lo comprendo --dijo--; estoy de acuerdo y los ordeno como dices.
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PLATÓ. LA REPÚBLICA. CAPÍTOL VII. "EL MITE DE LA CAVERNA".

 PLATÓ. LA REPÚBLICA. 

CAPÍTOL VII. "EL MITE DE LA CAVERNA".

Plató: el mite de la caverna, un retrat d'ahir i d'avui 


1. La imatge platònica de la condició humana

Plató (Atenes, -428/-347) és un dels pensadors més originals i influents de tota la Filosofia Occidental: la seva obra defineix un dels dos grans eixos que guien i travessen tota la història del pensament humà. Amb seductora bellesa literària i amb profunda mirada filosòfica, fa brollar, en els seus diàlegs, els grans problemes o qüestions que mai han deixat d'inquietar als humans.
Podríem afirma que en l'estrany i bell mite de la caverna es concentra el més profund de tot el seu pensament. El mite, fent ús d'imatges dotades d'una gran força descriptiva, pretén mostrar-nos la seva visió de la natura humana, la seva coneguda teoria de les idees, el dolorós procés mitjançant el qual els humans arribem al coneixement, etc. El mite, ple de sublims metàfores i obert a pluralitat d'interpretacions, és font permanent d'inspiració per als artistes i per als pensadors en general.

En el mite, Plató relata l'existència d'uns homes captius des del naixement a l'interior d'una fosca caverna. Presoners no sols de les ombres obscures pròpies dels habitacles subterranis, sinó, també, lligats de cames i coll, de manera que han de mirar sempre endavant a causa de les cadenes sense poder mai girar el cap. La llum que il•lumina l'antre la reben d'un foc encès darrera d'ells, enlairat i distant.
Arribats aquí, Plató, per boca de Sòcrates, ens diu que imaginem entre el foc i els encadenats un camí elevat al llarg del qual s'ha construït un mur, per aquest camí hi passen uns homes que porten tota mena de figures que els sobrepassen, unes amb forma humana i d'altres amb forma d'animal; aquests vianants que transporten estàtues a vegades enraonen i a vegades callen. Els captius, amb els caps immòbils, no han vist res més que les ombres projectades pel foc al fons de la caverna -talment una pantalla de cinema per on es belluguen ombres xineses- i s'arriben a creure, mancats d'una educació diferent, que allò que veuen no són ombres, sinó objectes reals, la mateixa realitat.

En aquestes, Glaucó, l'interlocutor de Sòcrates, afirma que està absolutament convençut que els encadenats no poden considerar altra cosa vertadera que les ombres dels objectes. A causa de l'obnubilació dels sentits i l'ofuscació mental estan condemnats a prendre per vertaderes totes i cadascuna de les coses falses. Un cop Sòcrates ha comprovat que Glaucó l'ha entès, que s'ha après bé la lliçó, li explica que si un d'aquests captius fos alliberat i sortís al món exterior tindria greus dificultats per adaptar-se a la llum enlluernadora del sol; d'antuvi, per no quedar encegat, cercaria les ombres i les coses reflectides a l'aigua; més endavant i de manera gradual s'acostumaria a mirar els objectes mateixos i a la fi descobriria tota la bellesa del cosmos. Astorat, s'adonaria que pot contemplar amb nitidesa les coses, apreciar-les amb tota la riquesa policroma i en l'esplendor de les seves figures.
No acaba aquí el mite, sinó que Sòcrates fa entrar de nou el presoner a l'interior de la caverna perquè doni la bona notícia a aquella gent presonera de la foscor i esclavitzada, tot fent-la joiosament participar del gran descobriment que acaba de fer, alhora que ha de procurar convèncer-la que viu en l'engany, en la més aclaparadora falsedat. Infructuós intent, aquells pobres alienats des de la infància per l'obscuritat de l'antre el prenen per un boig i es riuen d'ell. Fins i tot, Sòcrates afirma que si algú intentés deslligar-los i fer-los pujar per la costeruda ascensió cap a la boca de la caverna, si el poguessin prendre amb les seves pròpies mans i el poguessin matar, el matarien; així són els presoners: ignorants, incultes i violents. 


Resum adaptat de l'article d'Agustí Casanova,

titulat El mite de la caverna, Diari de Girona, 23-11-1994.



2. L'actualitat del retrat platònic

Els quatre àmbits o espais del mite de la caverna mostren diferents situacions de la nostra actual condició.
1r En la caverna, els encadenats mirant les ombres 
No és la nostra vida una existència encadenada? Naixem en una societat no elegida, amb una estructura social ben travada, amb unes ideologies, un llenguatge, uns costums.



I nosaltres, encadenats a la nostra societat, veiem com van desfilant als nostres ulls unes ombres. No és una desfilada d'aparences la televisió? I el cinema —Plató en seria l'inventor— no és un seguit d'imatges i no de realitats? Aquestes ombres encanten als presoners, creuen que són la realitat. I que feliços que són en el seu engany! Que bé que s'hi està mirant la televisió!



2n Es deslliura de les cadenes

Però Plató introdueix una nota d'optimisme: l'encadenat —no sabem com— es deslliura o el deslliuren de les cadenes. Qui deslliga?


És possible, en la nostra societat, que un presoner se senti insatisfet, que dubti, que qüestioni les seves cadenes. És possible arribar a descobrir el muntatge, descobrir que en la nostra societat hi ha molta mentida i simulació. Hi ha uns homes i uns artefactes que produeixen engany: publicitat, informació filtrada, ...



Què és el que podia motivar la insatisfacció o el dubte del presoner? Els enganyadors segueixen incessantment el seu camí traçat i enganyador. Estan també ells encadenats?


3r El camí abrupte i costerós d'ascensió
El foc —l'electricitat, la tècnica— és el que possibilita aquest enorme muntatge. Amb el descobriment del foc l'home comença el seu camí de superació.


Qui ha organitzat aquest gran muntatge? Aquesta complicada mentida? Quina és la intenció de l'engany múltiple? Existeix un enganyador no enganyat?



Quan el presoner s'allibera de les seves cadenes, aleshores pot començar el llarg i costerós camí d'emancipació, d'alliberament. 




4t La sortida al món exterior i "real"
Després d'un dolorós camí d'ascensió, el presoner arriba a entreveure la vertadera realitat. Què vol dir "vertadera realitat"? Quina és la "vertadera realitat" en la nostra societat? 


Quan hom descobreix el gran muntatge i surt de l'engany, ha de tornar a dins, informar i alliberar els seus antics companys? Una disjuntiva moral! Què feu Sòcrates?



Adaptació feta a partir de l'article d'Emilio Lledó,

Lecturas de un mito filosófico, Resurgimiento, núm. 1, 1980.


Mito de la caverna (Rep. VII, 514a-518e)


Después de eso —proseguí— compara nuestra naturaleza respecto de su educación y de su falta de educación con una experiencia como ésta. Represéntate hombres en una morada subterránea en forma de caverna, que tiene la entrada abierta, en toda su extensión, a la luz. En ella están desde niños con las piernas y el cuello encadenados, de modo que deben permanecer allí y mirar sólo delante de ellos, porque las cadenas les impiden girar en derredor la cabeza. Más arriba y más lejos se halla la luz de un fuego que brilla detrás de ellos; y entre el fuego y los prisioneros hay un camino más alto, junto al cual imagínate un tabique construido de lado a lado, como el biombo que los titiriteros levantan delante del público para mostrar, por encima del biombo, los muñecos. 

—Me lo imagino.

—Imagínate ahora que, del otro lado del tabique, pasan sombras que llevan toda clase de utensilios y figurillas de hombres y otros animales, hechos en piedra, madera y de diversas clases; y entre los que pasan unos hablan y otros callan.

—Extraña comparación haces, y extraños son esos prisioneros.

—Pero son como nosotros. Pues en primer lugar, ¿crees que han visto de sí mismos, o unos de los otros, otra cosa que las sombras proyectadas por el fuego en la parte de la caverna que tienen frente a sí?

—Claro que no, si toda su vida están forzados a no mover las cabezas.

—¿No sucede lo mismo con los objetos que llevan los que pasan del otro lado del tabique?
—Indudablemente.
—Pues entonces, si dialogaran entre sí, ¿no te parece que entenderían estar nombrando a los objetos que pasan y que ellos ve?
—Necesariamente.
—Y si la prisión contara con un eco desde la pared que tienen frente a sí, y alguno de los que pasan del otro lado del tabique hablara, ¿no piensas que creerían que lo que oyen proviene de la sombra que pasa delante de ellos?
—¡Por Zeus que sí!
—¿Y que los prisioneros no tendrían por real otra cosa que las sombras de los objetos artificiales transportados?
—Es de toda necesidad.
—Examina ahora el caso de una liberación de sus cadenas y de una curación de su ignorancia, qué pasaría si naturalmente les ocurriese esto: que uno de ellos fuera liberado y forzado a levantarse de repente, volver el cuello y marchar mirando a la luz y, al hacer todo esto, sufriera y a causa del encandilamiento fuera incapaz de percibir aquellas cosas cuyas sombras había visto antes. ¿Qué piensas que respondería si se le dijese que lo que había visto antes eran fruslerías y que ahora, en cambio, está más próximo a lo real, vuelto hacia cosas más reales y que mira correctamente? Y si se le mostrara cada uno de los objetos que pasan del otro lado del tabique y se le obligara a contestar preguntas sobre lo que son, ¿no piensas que se sentirá en dificultades y que considerará que las cosas que antes veía eran más verdaderas que las que se le muestran ahora?
—Mucho más verdaderas.
—Y si se le forzara a mirar hacia la luz misma, ¿no le dolerían los ojos y trataría de eludirla, volviéndose hacia aquellas cosas que podía percibir, por considerar que éstas son realmente más claras que las que se le muestran?
—Así es.
—Y si a la fuerza se lo arrastrara por una escarpada y empinada cuesta, sin soltarlo antes de llegar hasta la luz del Sol, ¿no sufriría acaso y se irritaría por ser arrastrado y, tras llegar a la luz, tendría los ojos llenos de fulgores que le impedirían ver uno solo de los objetos que ahora decimos que son los verdaderos?
—Por cierto al menos inmediatamente.
—Necesitaría acostumbrarse, para poder llegar a mirar las cosas de arriba. En primer lugar miraría con mayor facilidad las sombras y después las figuras de los hombres y de los otros objetos reflejados en el agua, luego los hombres y los objetos mismos. A continuación contemplaría de noche lo que hay en el cielo y el cielo mismo, mirando la luz de los astros y la luna más fácilmente que, durante el día, el Sol y la luz del Sol.
—Sin duda.
—Finalmente pienso, podría percibir el Sol no ya en imágenes en el agua o en otros lugares que le son extraños, sino contemplarlo cómo es en sí y por sí, en su propio ámbito.
—Necesariamente.
—Después de lo cual concluiría con respecto al Sol, que es lo que produce las estaciones y los años y que gobierna todo en el ámbito visible y que de algún modo es causa de las cosas que ellos habían visto.
—Es evidente que, después de todo esto, arribaría a tales conclusiones.
—Y si se acordara de su primera morada, del tipo de sabiduría existente allí y de sus entonces compañeros de cautiverio, ¿no piensas que se sentiría feliz del cambio y que los compadecería?
—Por cierto.
—Respecto de los honores y elogios que se tributaban unos a otros y de las recompensas para aquel que con mayor agudeza divisara las sombras de los objetos que pasaban detrás del tabique, y para el que mejor se acordase de cuáles habían desfilado habitualmente antes y cuáles después, y para aquel de ellos que fuese capaz de adivinar lo que iba a pasar, ¿te parece que estaría deseoso de todo eso y que envidiaría a los más honrados y poderosos entre aquéllos? ¿O más bien le pasaría como al Aquiles de Homero, y «prefiriría ser un labrador que fuera siervo de un hombre pobre» o soportar cualquier otra cosa, antes que volver a su anterior modo de opinar y a aquella vida?
—Así creo también yo, que padecería cualquier cosa antes que soportar aquella vida.
—Piensa ahora esto, si descendiera nuevamente y ocupara su propio asiento, ¿no tendría ofuscados los ojos por las tinieblas, al llegar repentinamente del Sol?
—Sin duda.
—Y si tuviera que discriminar de nuevo aquellas sombras, en ardua competencia con aquellos que han conservado en todo momento las cadenas, y viera confusamente hasta que sus ojos se reacomodaran a ese estado y se acostumbraran en un tiempo nada breve, ¿no se expondría al ridículo y a que se dijera de él que, por haber subido hasto lo alto, se había estropeado los ojos, y que ni siquiera valdría la pena intentar marchar hacia arriba? Y si intentase desatarlos y conducirlos hacia la luz, ¿no lo matarían, si pudieran tenerlo en sus manos y matarlo?
—Seguramente.
—Pues bien, querido Glaucón, debemos aplicar íntegra esta alegoría a lo que anteriormente ha sido dicho, comparando la región que se manifiesta por medio de la vista con la morada-prisión, y la luz del fuego que hay en ella con el poder del sol; compara, por otro lado, el ascenso y contemplación de las cosas de arriba con el camino del alma hacia el ámbito inteligible, y no te equivocarás en cuanto a lo que estoy esperando, y que es lo que deseas oír. Dios sabe si esto es realmente cierto; en todo caso, lo que a mí me parece es que lo que dentro de lo cognoscible se ve al final, y con dificultad, es la Idea del Bien. Una vez percibida, ha de concluirse que es la causa de todas las cosas rectas y bellas, que en el ámbito visible ha engendrado la luz y al señor de ésta, y que en el ámbito inteligible es señora y productora de la verdad y de la inteligencia, y que es necesario tenerla en vista para poder obrar con sabiduría tanto en lo privado como en lo público.
—Comparto tu pensamiento, en la medida que me es posible.
—Mira también si lo compartes en esto: no hay que asombrarse de que quienes han llegado allí no estén dispuestos a ocuparse de los asuntos humanos, sino que sus almas aspiran a pasar el tiempo arriba; lo cual es natural, si la alegoría descrita es correcta también en esto.
—Muy natural.
—Tampoco sería extraño que alguien que, de contemplar las cosas divinas, pasara a las humanas, se comportase desmañadamente y quedara en ridículo por ver de modo confuso y, no acostumbrado aún en forma suficiente a las tinieblas circundantes, se viera forzado, en los tribunales o en cualquier otra parte, a disputar sobre sombras de justicia o sobre las figurillas de las cuales hay sombras, y a reñir sobre esto del modo en que esto es discutido por quienes jamás han visto la Justicia en sí.
—De ninguna manera sería extraño.
—Pero si alguien tiene sentido común, recuerda que los ojos pueden ver confusamente por dos tipos de perturbaciones: uno al trasladarse de la luz a la tiniebla, y otro de la tiniebla a la luz, y al considerar que esto es lo que le sucede al alma, en lugar de reírse irracionalmente cuando la ve perturbada e incapacitada de mirar algo, habrá de examinar cuál de los dos casos es: si es que al salir de una vida luminosa ve confusamente por falta de hábito, o si, viniendo de una mayor ignorancia hacia lo más luminoso, es obnubilada por el resplandor. Así, en un caso se felicitará de lo que le sucede y de la vida a que accede; mientras en el otro se apiadará, y, si se quiere reír de ella, su risa será menos absurda que si se descarga sobre el alma que desciende desde la luz.
—Debemos considerar entonces, si esto es verdad, que la educación no es como la proclaman algunos. Afirman que, cuando la ciencia no está en el alma, ellos la ponen, como si se pusiera la vista en ojos ciegos.
—Afirman eso, en efecto.
—Pues bien, el presente argumento indica que en el alma de cada uno hay el poder de aprender y el órgano para ello, y que, así como el ojo no puede volverse hacia la luz y dejar las tinieblas si no gira todo el cuerpo, del mismo modo hay que volverse desde lo que tiene génesis con toda el alma, hasta que llegue a ser capaz de soportar la contemplación de lo que es, y lo más luminoso de lo que es, que es lo que llamamos el Bien. ¿No es así?
—Sí.
—Por consiguiente, la educación sería el arte de volver este órgano del alma del modo más fácil y eficaz en que puede ser vuelto, mas no como si le infundiera la vista, puesto que ya la posee, sino, en caso de que se lo haya girado incorrectamente y no mire adonde debe, posibilitando la corrección.
—Así parece, en efecto.

________________________________________
Relació amb la pel.lícula: "Matrix"

Podeu veure la sèrie de TV3 "Merlí", sobre un professor de filosofia:

http://www.ccma.cat/tv3/alacarta/merli/merli-plato-capitol-2/video/5552234/




WEBGRAFIA:

EXTRACTE DE LA PROGRAM.HIST.FILOSOFIA CURS 20-21

 

EXTRACTE DE LA PROGRAM.HIST.FILOSOFIA CURS 20-21

EXTRACTE DE LA PROGRAMACIÓ DE LA MATÈRIA A LLIURAR A L’ALUMNE


PROFESSOR
Sílvia Gil Cordero
NIVELL EDUCATIU
Batxillerat
MATÈRIA
Història de la Filosofia
CURS
Segon de Batxillerat

CONTINGUTS

Continguts comuns a tots els blocs (continguts de caràcter metodològic i actitudinal)
- Obtenció, processament i anàlisi crítica d’informació
- Expressió argumentada, oral i escrita, d’idees
- Participació en espais de reflexió i intercanvi d’informació, cerca, contrast i expressió d’idees, aprofitant les tecnologies de la informació i la comunicació
- Participació en debats mitjançant l’exposició raonada del pensament propi
- Comentari de textos filosòfics o que suscitin problemes filosòfics, emprant amb propietat els corresponents termes i conceptes
- Racionalitat, empatia i respecte crític envers els plantejaments aliens, individuals i col·lectius
- Autonomia personal i sentit de la responsabilitat a l’hora de prendre decisions i  actuar, assumint una visió crítica vers qualsevol forma d’injustícia i discriminació
- Posició crítica envers els valors, normes i actituds contràries als drets humans, la convivència pacífica i la defensa de la natura

Els continguts de caràcter conceptual s’estructuren en tres  blocs:

1.       Pensament antic i medieval.
UNITAT 1. Els orígens de la filosofia occidental
1.      El pas del mite al logos
2.      Els filòsofs presocràtics
UNITAT 2. La Grècia Clàssica
1.Situació històrica i cultural
           2. La Sofística i Sòcrates
3. Plató
4. Aristòtil
UNITAT 3. L’Hel·lenisme
1. L a Grècia Hel·lenística
            2. La Filosofia Hel·lenística (Epicur)
UNITAT 4.Pensament medieval: religió i filosofia. (San Anselm, St Tomàs, Occam)
2Pensament modern
UNITAT 5.El Renaixement i la Revolució Científica (Galileu, Kepler, Newton)
UNITAT 6. El Racionalisme
1. El Barroc i l’Absolutisme
             2. El Racionalisme
             3. Descartes
UNITAT 7. L’empirisme
1.      La revolució industrial
             2.   La visió empirista
             3.   John Locke
             4.   George Berkeley
             5.   Hume

3.     Pensament contemporani
UNITAT 8. La crisi de la consciència moderna
1.      La segona Revolució Industrial i el món en guerra
2.      Els filòsofs de la sospita
2.1. Friedrich Nietzsche
UNITAT 9. Ètica i Política
  1. L’utilitarisme
      2. L’utilitarisme humanista de Stuart Mill

COMPETÈNCIES

La competència en l’anàlisi i síntesi crítica de textos filosòfics
La competència reflexiva, crítica, dialògica i argumentativa
La competència social i cívica


CRITERIS D’AVALUACIÓ
Criteris
- Analitzar el contingut d’un text filosòfic, identificant els seus elements fonamentals i la seva estructura, i comentar-lo amb rigor metodològic.
- Relacionar els problemes filosòfics estudiats amb les principals condicions socioculturals en les quals apareixen i a les quals han pretès donar resposta, situant-los adequadament en la seva època i correlacionant les seves característiques principals.
- Ordenar i situar cronològicament les diverses respostes donades a les preguntes filosòfiques bàsiques, relacionant-les amb els filòsofs anteriors i identificant la seva influència i permanència en la reflexió filosòfica posterior.
- Comentar i jutjar críticament un text filosòfic, identificant els supòsits implícits que amaga, la consistència dels seus arguments i les conclusions que planteja, així com la vigència de les seves aportacions en l’actualitat.
- Comparar i relacionar textos filosòfics de diferents èpoques i autors, per establir-hi semblances i diferències de plantejament.
- Aplicar en les activitats plantejades (comentari de textos, dissertacions, argumentacions, debats, etc) el procediment metodològic adequat a l’orientació científica o filosòfica dels temes
- Obtenir informació rellevant des de diferents fonts, elaborar-la, contrastar-la i utilitzar-la críticament en l’anàlisi d’algun aspecte o pregunta de la història del pensament filosòfic
- Participar en debats o exposar-hi per escrit l’opinió sobre algun problema filosòfic del present, aportant-hi les reflexions pròpies i relacionant-les amb altres posicions d’èpoques passades prèviament estudiades.
- Analitzar críticament les conceptualitzacions de caràcter excloent i discrimonatori que apareixen en el discurs filosòfic de diferents èpoques històriques, assenyalant la seva vinculacuó amb altres plantejaments socials i culturals propis de l’època
Instruments. 
L’ alumne,  per tal de superar la matèria, n’ haurà d’ assolir les competències específiques. La manera de demostrar que és apte serà realitzant:

-          Una prova escrita o examen fet a classe que, consistirà en un Comentari de Text amb preguntes que s’ intentaran ajustar al format de les proves de les PAU.

-          Entregant el dia de l’ examen, treballs opcionals, de qüestions sorgides a classe fins a un total de quatre treballs amb una vàlua de 0,25 punts cadascú d’ ells, fent un total de 1p. Aquest punt més, s’ afegirà a la nota de l’ examen.


-          Una prova escrita feta a casa que, consistirà en un Comentari de Text amb preguntes que s’ intentaran ajustar al format de les proves de les PAU. Preferiblement en suport informàtic.


Tenint en compte la data d’ entrega es procedirà de la següent manera:
. 1r dia de data d’ entrega: Es sumarà un punt a la nota del treball
. 2n dia de data d’ entrega: Es sumarà mig punt a la nota del treball.
. 3r dia de data d’ entrega: No es sumarà cap punt a la nota del treball.
. 4t dia de data d’ entrega: Es penalitzarà amb un punt negatiu. Caldrà justificant metge en cas d’ absència per malaltia.
Fora d’ aquestes dates, no s’ acceptarà l’ entrega del treball.

S’ acceptarà que el 3r i 4r dia de data d’ entrega, es pugui enviar per correu electrònic a sgil4@inscampsblancs.cat  Per a assolir la nota de qualificació,el treball haurà d’estar imprès, el més aviat posible, sinó comptarà com No Presentat.


La nota de qualificació del trimestre o d’avaluació, sorgirà seguint la següent fòrmula:
[Examen + 1 punt de treballs opcionals]= 50%
 [Comentari Text a casa+ Data d’ entrega]= 50%
Es farà la nota mitjana.

La nota de qualificació de tot el curs, sorgirà de la nota mitjana de les tres avaluacions. Si aquesta nota és 4,5 punts,es considerarà l’ assignatura aprovada. Si aquest no és el cas, l’ alumne s’ haurà d’ examinar de l’ avaluació o avaluacions suspeses a la prova extraordinària de maig.  Si l’ alumne no aprova al maig, s’ haurà d’ examinar de tota la matèria a la prova extraordinària de juny, amb un examen de comentari de text amb preguntes que s’ intentaran ajustar al format de les proves de les PAU.

És “conditio sine qua non” haver lliurat tots els treballs i fer totes les proves escrites (exàmens) per a poder fer la nota mitjana obtinguda per un alumne/a. Si aquest no entrega (a mà, per gmail i al class-room si així ho demana la professora; mai a la guixeta de la Sala de professors), un comentari de text fet a casa en les dates indicades a tal efecte o, no fa una prova escrita (examen) a classe (en les dues sessions de 45 minuts cadascuna), sense la deguda justificació mèdica, no es podrà fer la nota mitjana de final de curs i per tant l’ alumne haurà de recuperar l’ assignatura en la seva totalitat (no per trimestres), en la recuperació ordinària del mes de juny o, en l extraordinària del mes de setembre.


NOTA IMPORTANT:
a)      Per acord d’equip docent, l’ alumne que tingui un 10% de faltes injustificades, no podrà accedir a l’ avaluació contínua.
b)      Es valorarà positivament la cal·ligrafia, la sintaxi i l’ ortografia. Un treball o examen amb una cal·ligrafia deficient no serà avaluat.
c)      Per fer la nota mitjana de tot el curs caldrà que l’ alumne hagi presentat tots el treballs assignats a cada trimestre i, també, que hagi fet totes les proves escrites (exàmens).  Un No presentat no farà la nota mitjana.
d)     Si es lliura un treball de Locke enlloc d’ un treball de Kant, és a dir, si hi ha una errada en l’ entrega d’ un treball assignat, aquest tindrà la consideració de No Presentat i per tant, no serà avaluat.
e)      Si no es pot demostrar haver lliurat un treball via gmail mitjançant un reenviament a sgil4@inscampsblancs.cat el treball constarà com a NO PRESENTAT.

Si l’ alumne promociona a Segon Batxillerat, quedant-li la matèria de Primer Batxillerat pendent, haurà de realitzar dues proves escrites,  durant els dos primers trimestres del següent curs, que serà un comentari de text o pel·lícula proposada per la professora, tal i com faran els alumnes de primer curs, amb vàlua d’ examen. Es farà la nota mitjana de les dues proves i aquesta serà la nota final de l’ assignatura.










MATERIAL NECESSARI
El Blog de la professora: http://mystikeepopteiaalaula.blogspot.com.es/
El material que es lliura en suport informàtic o en fotocòpies principalment al ClassRoom 
Llibre de text Atena