DESCARTES
"Johnny cogió su fusil" de Dalton Trumbo
Joe (Timothy Bottoms) es un joven norteamericano que se alista al ejército en la 1º Guerra Mundial. Dejando atrás novia y familia acude a la llamada del deber convencido de hacer lo correcto. Toda su vitalidad e inocencia desaparecerán en laexplosión de una bomba, que le privará de brazos, piernas, boca, ojos y oído.
Eso sí, se toma el riesgo de aburrir con una narrativa lenta, y sobretodo con unos flashbacks muchas veces innecesarios. Ayudan las excelentes interpretaciones deJason Robards y Donald Sutherland (representando a Cristo), pero queda claro desde e principio que el film no pretende ser un derroche de perfección académica, de buen hacer cinematográfico, sino el intento de un autor de plasmar su libro a la pantalla todo lo fielmente posible, rayando el ensayo.La Vanguardia
Un hombre que llevaba 8 años 'en coma' estaba en realidad consciente
Martin Pistorius quedó postrado en una cama a los 12 años cuando sufrió una meningitis criptocócica
Pistorius, sudafricano de 38 años, enfermó a los 12 de meningitis criptocócica, y en apenas dos años quedó postrado en un estado absolutamente vegetativo. Sin embargo, dos años después fue recuperando gradualmente la conciencia, aunque no sucedió lo mismo con la habilidad de moverse, hablar o establecer contacto visual. Así lo explicó él mismo en la radio norteamericana NPR .
Los siguientes ocho años permaneció, por decirlo gráficamente, encerrado en su propio cuerpo, mientras todo el mundo pensaba que estaba en coma. El problema principal es que cuando lo diagnosticaron, dos años después de enfermar, los médicos lo enviaron a casa al estar seguros de que no sobreviviría.
Sus padres lo cuidaban a diario -también lo llevaban a un centro médico-, aunque no tenían apenas esperanzas de que algún día se recuperara. A tal punto llegó su desesperación que un buen día su madre llegó a decirle "ojalá murieras". Ella, por aquel entonces, no sabía que su hijo podía escucharla.
Cuando Martin fue consciente de que nadie podía saber que realmente estaba consciente, decidió aprender a controlar su mente. Y no había para menos. Las enfermeras en el centro médico donde sus padres lo dejaban cada día solían hasta maltratarlo. Sin ir más lejos, lo podían dejar en un baño frío durante mucho tiempo.
Pero llegó un buen día en que se hartó de aquella situación y empezó a poner todo su empeño en aprender a moverse. Cuando tuvo ya más de 20 años de edad, aprendió a comunicarse a través de una palanca de mando, y con el tiempo, llegó a aprender a manejar una silla de ruedas. Posteriormente encontró su primer trabajo archivando papeles en una institución gubernamental.
Más tarde ingresaría en un colegio para estudiar ciencias de la computación y empezó su propia empresa de diseño. Escribió un libro, relatando su increíble historia y a los 33 años se casó. Ahora maneja una suerte de teclado que sonoriza lo que quiere comunicar y está aprendiendo a conducir, a pesar de estar en silla de ruedas. Sin duda, una fantástica historia de superación.
- Sarco, la máquina para el suicidio asistido que funciona incluso con pestañeos, ya es legal en Suiza
Tétrico y terrible para muchos, bendición para otros. El invento Se llama Sarco, y es una cápsula de suicidio asistido que acaba de recibir la aprobación legal para poder ser utilizado en Suiza.
El sistema, creado hace años por Philip Nitshke, físico y humanista australiano que lleva años luchando por el derecho a la eutanasia y que ha sido calificado como 'el Elon Musk del suicidio asistido'. La cápsula permite a una persona controlar y activar el sistema y poder tener una muerte indolora en la que el paciente se duerme y muere rápidamente por la inhalación de nitrógeno.
Mueres dormido "sin pánico, sin sensación de ahogo"
Es uno de los grandes debates sociales: la eutanasia es una cuestión delicada pero que en ciertos países ya tiene validez legal, y Suiza es uno de los mejores ejemplos, aunque allí lo denominan "suicidio asistido", que no es exactamente lo mismo.
De hecho hay una gran diferencia: la eutanasia obliga a una segunda persona a administrar la muerte, pero con el suicidio asistido la segunda persona tan sólo facilita los instrumentos necesarios para que el paciente se quite la vida.
Sarco es precisamente una solución para ese problema, y tras ser diseñada hace años, esta cápsula ha recibido ahora la aprobación legal de los reguladores suizos, que permitirán que se use en este país.
La cápsula se puede construir con una impresora 3-D, y se activa desde el interior por parte de la persona que pretende morir. Se puede transportar a cualquier sitio en el que el paciente quiera proceder a activar el sistema, algo que puede hacer mediante un botón o incluso mediante pestañeos si la persona sufre parálisis.
Si lo hace, el sistema va inundando el interior de la cápsula con nitrógeno, reduciendo rápidamente el nivel de oxígeno del 21% al 1% en apenas 30 segundos. La persona sentirá una cierta desorientación e incluso una ligera euforia antes de perder la consciencia. La muerte se produce entre 5 y 10 minutos después por hipoxia e hipocapnia, privación de oxígeno y dióxido de carbono, respectivamente.
Según su creador, este sistema permite que la persona muera apaciblemente: "no hay pánico ni sensación de ahogo", explicaba Nitschke en una entrevista reciente. Por el momento solo hay dos prototipos de Sarco existentes pero que no son "estéticamente agradables" y no se destinarán a este uso. Un tercero se está fabricando en Holanda, y estará listo para poder ser utilizado en Suiza en 2022.
Hay aún opciones que se quieren añadir a Sarco, como una cámara que permita comunicación con personas en el exterior y que grabe el consentimiento informado de ese suicidio asistido, pero Nitschke quiere lograr que además no sea necesaria la presencia de un médico para un análisis psiquiátrico del paciente.
Webgrafia:
http://lacallemorgue.blogspot.com.es/2008/04/johnny-cogi-su-fusil-descartes-y-los.html
https://www.youtube.com/watch?v=kBXanOlDeRg
http://filostreet.blogspot.com.es/2014/07/johnny-cogio-su-fusil-o-el-solipsismo.html
